Benzema tiene el hambre de CR

El Bernabéu estalló de alegría cuando el marcador anunció el empate del Barcelona ante la Real Sociedad. Mourinho ha aleccionado a su plantilla para no dejarse puntos ante los equipos teóricamente inferiores y el fallo azulgrana, confiado después del 0-2, era el mejor ejemplo de su exigencia. El Real Madrid se dejó la Liga anterior en sus derrotas ante Osasuna, Sporting y Zaragoza, en sus empates frente a Levante, Almería, Mallorca y Deportivo, y eso no se podía repetir. El Getafe le puso en peligro dos veces. Y los blancos supieron salvar los tres puntos . Eso es lo que les pide el entrenador.

Benzema hizo caso a su inmediato superior desde el principio. Marcó sus dos primeros goles en esta Liga. Pero los jugadores madridistas nunca fueron capaces de sentenciar el encuentro. Cayeron durante media hora en el mismo conformismo que el Barcelona y la igualada a un tanto conseguida por Miku antes del descanso fue la advertencia real de lo que el técnico luso no ha parado de explicar durante un mes.

La «mourinhina» del intermedio despertó a sus profesionales. No se debían regalar puntos en casa. Los madridistas salieron a todo gas. Incluso se precipitaron por su ansiedad. Y el polémico penalti señalado por Clos Gómez , en una patada del Cata Díaz a Cristiano al borde del área, calentó todavía más el duelo.

Era el cuarto tanto del portugués en dos jornadas. Ronaldo persigue la última plusmarca que le queda por batir: anotar veinte dianas en siete partidos consecutivos de Liga. Lo consiguió Telmo Zarraonaindia en la campaña 1946-47.

Ni el 3-1 rubricado por Benzema acabó con el nerviosismo augurado por Mourinho, pues Miku volvió a poner los puntos en vilo con el 3-2.

Al final, los locales sujetaron la victoria gracias a la rúbrica del tercer punta, Higuaín . Tiene que aprovechar sus momentos, porque Benzema le ha quitado el sitio. Karim ha adquirido la ambición de Cristiano. Ya siente esa necesidad de marcar que esta entidad requiere.

Hubo deportividad. Pepe saludó a Casquero , el hombre al que pataleó hace tres años. Marcelo se abrazó con el Cata Díaz, olvidado aquel enfrentamiento del pasado.