El Hipódromo vuelve a su origen

El Hipódromo está en el Catálogo de Edificios Protegidos con el máximo nivel, y es Bien de Interés Cultural desde el año 2009. Por eso, cualquier actuación que se realice en él debe contar con los permisos de la Comisión de Patrimonio. El Plan Especial que ayer se aprobó, y ahora se somete un mes a información pública, sienta las bases para esa reforma autorizando trabajos que recuperen su diseño original y mejoren las condiciones de uso.

Se quieren derribar las construcciones sin valor adheridas a los edificios históricos . Y restaurar las envolventes de las tribunas, devolviéndoles su diseño de 1934. Y definir un espacio para futuras ampliaciones.

Esta instalación, que gozó de gran popularidad décadas atrás, ha pasado por momentos delicados, y ahora está embarcada en un proceso de potenciación que incluye renovar sus instalaciones, aunque conservando su sabor de siempre. Para ello, tiene pendiente de desarrollar un proyecto firmado por el equipo Junquera Arquitectos, ganador del concurso que se convocó en 2003.

En él, está previsto segregar las circulaciones de caballos y el público, situándolas en distintos niveles . También quieren crear palcos panorámicos en las terrazas de la parte superior de los tres graderíos, donde se abrirán nuevos puntos de restauración y de apuestas. Detrás de las tribunas, está previsto recuperar los espacios ajardinados que durante un tiempo ocuparon tribunas portátiles. Y también los jardines traseros de las tribunas quedarán despejados.

El proyecto crea también una gran terraza en altura entre las tribunas sur y central, con vistas a la pista. Y quiere hacer que el Hipódromo sea totalmente accesible a personas con discapacidad.

La afición por las carreras en Madrid viene de largo. La primera documentada tuvo lugar en la Alameda de Osuna, en 1835, y hay también noticia de otras celebradas en el paseo de las Delicias y en la Casa de Campo. Madrid estrenó su primer hipódromo en la capital en 1878, en el paseo de la Castellana, junto a lo que ahora son los Nuevos Ministerios. Se estrenó para la boda de Alfonso XII con María de las Mercedes, y en 1933 cerró al caducar la concesión para utilizar estos terrenos, y por la necesidad de Madrid de expandirse. En verano de 1934 comenzó a construirse el de la Zarzuela, pero la guerra civil frenó las obras. Después de la contienda se retomaron e inició una actividad que hoy, 70 años después, continúa.