POLÍTICA
La prometida rebaja de impuestos se da de bruces con la cruda realidad
El Gobierno aragonés advierte que la presión fiscal solo podrá bajar conforme las cuentas públicas se vayan saneando
ROBERTO PÉREZ
El PP, en el Gobierno de Aragón desde junio, prometió en la campaña electoral una política de rebaja de impuestos que ayude a reactivar la economía, la inversión productiva y la capacidad de ahorro y de gasto de los ciudadanos. El objetivo sigue en pie, ... en firme. Pero se da ya por seguro que no se hará efectivo con la rapidez que desearía la presidenta aragonesa, Luisa Fernanda Rudi, que ha reconocido que hay que hacer encaje de bolillos para torear con las cuentas que ha heredado del Gobierno de Marcelino Iglesias: una deuda muy abultada, un déficit excesivo y un margen de maniobra demasiado estrecho.
¿Quiere decir esto que no habrá rebaja de impuestos? No exactamente. Lo que significa, ha aclarado Rudi, es que se irá haciendo de forma acompasada con el saneamiento de las cuentas públicas, algo en lo que ya se está trabajando. Se han eliminado consejerías, cargos políticos y de libre designación, asesores, gastos varios... Y el ajuste seguirá y se hará más palpable en los presupuestos autonómicos de 2011. Conforme ese saneamiento se vaya produciendo, se irá avanzando en la rebaja de impuestos.
El problema son los "números rojos" con los que se ha encontrado Rudi al llegar a su despacho de la sede del Gobierno aragonés: un déficit que camina hacia el 2,7 por ciento para este año -el doble de lo autorizado-, que se traduce en un descuadre de unos 929 millones de euros, de los que casi 500 corresponden al departamento de Salud.
Con esas cifras de déficit "no sé lo que podremos rebajar", ha señalado la presidenta. Cree, no obstante, que se podrá aplicar una rebaja en el denominado "impuesto del cable" que grava a las estaciones de esquí, dada la "importante" aportación del turismo de nieve al PIB de la provincia altoaragonesa y el Pirineo.
También ha avanzado que le gustaría rebajar el impuesto de sucesiones y donaciones pero en una cuantía que no se sabrá, ha dicho, hasta que se negocien los presupuestos.
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