El CCN arremete contra Coalición y dinamita la «unidad nacionalista»
Los centristas creen que también NC, PNC y PIL han dejado de confiar en los de Paulino Rivero
La «unidad nacionalista» hace agua cuando ni siquiera ha construido aún la embarcación con que acudir a las elecciones generales del 20-N. Y justo en la antesala de unos comicios que amenazan a Coalición Canaria (CC) con su expulsión del Congreso, lo que casi ha transformado la llamada a la unión —la misma que CC renueva cada cuatro años— en un grito de supervivencia política, al menos de supervivencia en la Cámara baja. Sin embargo, el problema para los de Paulino Rivero ya no está, o no lo está solamente, en convencer a la Nueva Canarias (NC) de Román Rodríguez de las bondades de converger, sino también en evitar que el díscolo Centro Canario Nacionalista (CCN) de Ignacio González termine por romper el extraño vínculo que les ata.
Tan es así, que el secretario de Organización del CCN, Benito Codina, advirtió ayer de que los «reiterados incumplimientos» de CC respecto del acuerdo que ambos partidos suscribieron complican la posibilidad de ir en «matrimonio» a las generales. El también portavoz de la polémica fuerza política —ha sido protagonista del verano por elevar al Parlamento regional dos iniciativas que comprometen al grupo que comparte con CC— avanzó, no obstante, que no será hasta el próximo mes cuando se reúna el comité federal para estudiar todas las posibilidades y «evaluar el nivel de cumplimiento» del pacto con Coalición. Con todo, el adelanto que dio Codina no invita al optimismo de quienes defienden la necesidad de una plataforma nacionalista: «Para ser sinceros, a día de hoy el balance es bastante negativo, con lo que será difícil que el máximo órgano de dirección vuelva a creer en las promesas de Coalición, a no ser que se produzca un cambio radical en su manera de entender los compromisos con otras formaciones políticas».
«Donde dije digo...»
El portavoz de los centristas aseguró además que la acción política de CC «está basada en el “donde dije digo, digo Diego”», e incluso se atrevió a deslizar que los restantes partidos de raigambre nacionalista también han dejado de confiar en sus promesas: «Otras formaciones, como el PNC (Partido Nacionalista Canario), Nueva Canarias o el PIL (Partido de Independientes de Lanzarote), también observan esta manera de proceder y pueden mostrar un gran escepticismo ante las posibles promesas de Coalición».
De modo que a las reticencias de NC ante las reiteradas invitaciones al diálogo del aún principal partido nacionalista de las Islas se suma ahora la pública desconfianza de Ignacio González y los suyos. En cuanto a lo primero, el presidente de CC en Gran Canaria, Fernando Bañolas, ya insistió días atrás en la importancia de que la coalición y Nueva Canarias sellen una alianza de cara al 20-N, si bien puntualizó que no están dispuestos a pagar peaje por la rúbrica de Román Rodríguez. Es decir, que en modo alguno romperán acuerdos suscritos en la «isla redonda» tras las elecciones locales, lo que dificulta sobremanera cerrar el pacto, habida cuenta de que NC ha condicionado el consenso al gobierno de determinados ayuntamientos grancanarios, isla cuyos votos podrían bastarle para alcanzar el Congreso sin necesidad de unirse a CC y sin, por tanto, ver cómo se menoscaba su imagen por estrechar lazos con su principal enemigo político.
En lo tocante al distanciamiento del CCN, lo cierto es que no ha cogido de improviso a Coalición. No en vano el mismo Ignacio González ha llevado este mes al Parlamento dos iniciativas que comprometen al Grupo Nacionalista y especialmente a CC: una solicitud de comparecencia de Inés Rojas para que explique los problemas de la Ley de Dependencia y otra que versa sobre los problemas de prorrogar los presupuestos de la región.
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