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VUELTA- 2ª ETAPA

Un liderato dedicado a Weylandt

Sutton batió en la línea de meta al español Vicente Reynes

Un liderato dedicado a Weylandt AFP

J. GÓMEZ PEÑA

Bernardo Ruiz, que ya ha cumplido los 86 años, tenía un secreto que le llevó a ser el primer español en el podio del Tour (1952) y el ganador de la Vuelta a España de 1948. Colgaba sus tubulares como si fueran chorizos. Al aire seco de Orihuela. Allí se curtían, duros. Y Bernardo nunca pinchaba en aquellas carreteras de postguerra, campos minados de piedras y baches. Mientras sus rivales maldecían y quitaban a mordiscos sus tubulares agujereados, Bernardo sonreía y se alejaba. Ayer le llamaron para repartir los premios de la etapa que se llevó el australiano Chris Sutton . ¿Quién? Los aplausos se los quedó Bernardo. Y también Alejandro Valverde, suspendido aún, que tiene casa de verano aquí al lado. Subió al autobús del Movistar, el que puede ser su equipo en 2012. No hay un sancionado más feliz. «Bicicleta y playa. Así es mi vida ahora».

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A Playas de Orihuela, los anglosajones vienen para comprar un palmo de sol. Hay un trozo por cada chalet adosado. Aquí han disfrutado las constructoras . A eso, a la construcción, quiere dedicarse el australiano Chris Sutton cuando se le acabe esto del ciclismo. «Quiero hacerme mi propia casa», cuenta. A los diez años le dijo a su padre, un viejo campeón ciclista, que iba a dejar la escuela, que iba a ser deportista. «De eso nada», recibió como respuesta. Y le obligaron a aprender un oficio: carpintero. En ese camino estaba cuando descubrió que era más hábil con las piernas. Tenía el sello ciclista en los genes. El de su padre, ganador de muchas carreras en Gran Bretaña.

Aire de costado

Así que Sutton dejó la carpintería y se dedicó a edificar su palmarés ciclista. Ayer, en Playas de Orihuela, construyó su mejor victoria: la segunda etapa de esta Vuelta. [Así hemos contado la etapa]

La salida estaba en La Nucía. Desde allí arrancaron Rosendo, Martens, Hansen y Houanard. Era otro día frito de tanto sol . Los cuatro subieron el alto de Relleu y aguantaron hasta Torrevieja, donde se inventó el bikini. Allí los desnudó por completo el pelotón. El mar era un secapelo. Aire de costado que peinaba con raya al pelotón, que lo atemorizaba. Pelos de punta por el miedo a un corte.

Con tanta ristra de adosados, la llegada a Playas de Orihuela era un zigzag: a derecha e izquierda; arriba y abajo . Cancellara fijó el ritmo. Fuglsang, el líder, le seguía. Como el resto. Cuando Cancellara ensancha el pecho, nadie respira. Se queda con todo el aire. Así estuvo hasta los dos kilómetros finales. La meta estaba al fondo, pero antes había de todo: un descenso ceñido a varias curvas, un repecho y veinte pedaladas más hasta la pancarta. Vigano salió primero de la bajada. Boonen se reventó en la subida. Y Vicente Reynés rompió el sprint con su violenta arrancada . Casi se queda sin ser ciclista. Cuando Banesto dejó este deporte ocupó su lugar Islas Baleares. Y, claro, había que fichar dorsales de las islas. Uno de ellos, Reynés, andaba perdido en el pelotón portugués. Le recuperaron. Y le descubrieron: potente, veloz. Divertido y listo: habla inglés y alemán. No quiso ser panadero como su padre. En cambio, el australiano Sutton, el único que ayer soportó su descorche, sí quiso ser como el suyo: ciclista.

Sastre pierde 20 segundos

A Reynés, Sutton lo pasó al borde de la Playa. Tras ellos llegaron los que dudaron: Kittel, Farrar y Bennati, el nuevo líder . «Me ha faltado el último hombre que me solía lanzar en el sprint», declaró el italiano del Leopard. Sonó a crítica. No lo fue. Era un lamento. El dorsal que le falta, el «108», ya no volverá. Es el de Wouter Weylandt, el amigo que se mató en el pasado Giro . «Este maillot rojo es para él». Con Sutton, Reynés y Bennati entraron Sagan, Van den Broeck, Nibali, Scarponi, Menchov, Brajkovic, Wiggins y también «Purito» Rodríguez e Igor Antón. Ilesos. No como Sastre, que el sábado criticó al director del Geox por no saber conducirles en la contrarreloj por escuadras y que ayer se dejó 20 segundos en Orihuela. Más perdió Kloden, un minuto y 18 segundos. No será su Vuelta.

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