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La región comparte su fe en Madrid

Tras ser anfitriones por unos días, miles de jóvenes de Castilla y León han viajado a la capital para encontrarse con Benedicto XVI

VIKY ESTEBAN

Fortalecer mi fe y ver que hay más jóvenes que creen en el pensamiento cristiano». Con esta intención han llegado miles de jóvenes procedentes de Castilla y León a Madrid para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que comenzó el pasado martes y se extenderá hasta el próximo domingo. La expedición castellano y leonesa está repartida en colegios y centros religiosos de la Diócesis madrileña. Hoy, como otros tantos millones de peregrinos que se han congregado en la capital, esperan ilusionados la llegada del Papa, que está previsto que aterrice en Barajas a las 12 horas, con la esperanza de que las probables huelgas previstas en el metro, principal medio de transporte para los jóvenes, no les estropee la fiesta.

Alba Turrión tiene 16 años, es de Salamanca y ha llegado a Madrid con su parroquia, «El Milagro de San José», una expedición que aglutina a 22 jóvenes que forman parte de los más de 600 salmantinos que participarán en la JMJ. Ayer asistió con el resto de sus compañeros de parroquia a la catequesis que se impartía en la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. Sentada en el suelo, ataviada con una bandera de España y con el nombre de su ciudad tatuado con rotulador en sus brazos, escuchaba junto al también salmantino Álvaro Rodríguez las palabras del obispo asignado a esa parroquia madrileña. Su historia es sencilla. Durante las catequesis preparatorias de la confirmación le hablaron de la Jornada de la Juventud. «Me pareció una oportunidad única. En cuanto me lo dijeron sabía que debía de aprovecharla. Quiero vivirla intensamente y si puedo repetiré», afirma la joven. Para Alba es muy importante sentirse «acompañada» por tanta gente de su edad que «cree en lo mismo que yo» porque en la actualidad «no es fácil encontrar jóvenes creyentes».

Su experiencia en la JMJ comenzó en Salamanca como voluntaria en los Días en las Diócesis. «Fue tan bonito que ni siquiera fui capaz de ir a despedir a los chicos de Australia que estuvieron con nosotros», recuerda nostálgica la salmantina. La historia de Álvaro es diferente. Dice haber atravesado algunos «baches» en lo que a la fortaleza de su fe se refiere. Tiene 17 años, es de Beleña (Salamanca) y estudió en el seminario menor «San Jerónimo» de Alba de Tormes. «Allí nos pusieron muchos vídeos para conocer qué era la JMJ. Luego mi tío, sacerdote, me propuso venir y aquí estoy». Ahora, en Madrid, confiesa sentirse en un momento de «lento ascenso» en su fe cristiana. Sus vicisitudes le han llevado a tener claro que «el pensamiento cristiano te ayuda a tomar el camino correcto». «Seguir a Dios te lleva siempre por el buen camino», insiste, aunque reconoce que los jóvenes, en la comodidad de elegir la opción más fácil «tendemos a equivocarnos». Por ello no duda de que acudir a Madrid le ha servido para «fortalecer» sus creencias porque «compartir y observar como miles de jóvenes sienten lo mismo te ayuda a seguir por este camino, que es el bueno».

Cerquita del Papa

Muy cerquita de esta parroquia de Cuatro Camino se encontraba la expedición de Aranda de Duero. A los 26 peregrinos burgaleses fue muy sencillo encontrarlos. Ondeaban con fuerza la bandera de la región justo antes de entrar en la parroquia «La Milagrosa», donde impartía catequesis el arzobispo de Burgos, Francisco Gil. Manolo Cuadra, de 23 años, está radiante. «Voy a ser uno de los pocos que esté cerquita del Papa cuando llegue a Cuatro Vientos», apunta orgulloso —un representante de cada diócesis se ubicará en una zona privilegiada para acompañar a Benedicto XVI—. «Aquí te das cuenta de que no estás solo en el camino de la fe», afirma. Sentadas en la acera y charlando animadamente estaban otras peregrinas. Resguardándose de los 38 grados que a esa hora marcaba el termómetro en Chamberí. Celia Berzosa tiene 17 años y también es su primera JMJ. «Es una de mis primeras experiencias cristianas», confiesa esta peregrina a quien una visita al convento de La Aguilera le despertó la vocación cristiana. «Celebré allí una Pascua y conocí el verdadero cristianismo. En él las monjas tienen menos de 30 años y la experiencia fue única». El objetivo de esta joven en Madrid es compartir el cristianismo con más personas: «Si la fe no se comparte, la pierdes».

Con la expedición de San Lorenzo de Zamora ha llegado a Madrid Belkis Mayorga, nacida en Costa Rica. Participar en los Días de la Diócesis en Zamora y luego en la JMJ han sido sus mejores regalos por sus 15 años. Las jóvenes latinoamericanas celebran grandes fastos cuando las niñas cumplen esta edad, pero Belkis prefirió desistir de un vestido pomposo y una gran fiesta con amigos y familiares por visitar al Papa en Madrid.

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