Todo a punto para que la SGAE venda los teatros de Arteria

Arteria, el megalómano proyecto personal de Teddy Bautista en la Sociedad General de Autores y Editores, se desmantelará de inmediato, en septiembre. Se trata de una red mundial de teatros cuya puesta en marcha costó al menos 300 millones de euros a la entidad. La desinversión es el mandato unánime de la junta directiva en su intensa reunión del pasado 28 de julio, tras la crisis abierta por la investigación del juez Ruz desde la Audiencia Nacional.

De los teatros en propiedad, se piensa vender la totalidad. Es el caso de los inmuebles de México D.F., Buenos Aires y Sevilla (cuyas obras están finalizándose). Sin embargo no se pondrán a la venta los espacios Campos Elíseos de Bilbao o Paral.lel de Barcelona, puesto que Arteria no posee los edificios, sino que solo compró su explotación durante 30 y 15 años, respectivamente. Tampoco el de Santiago de Compostela, porque pertenece a SGAE.

Pero evidentemente se van a vender los teatros Lope de Vega y Coliseum que Arteria compró en la Gran Vía madrileña a precios, según algunas valoraciones, superiores a los del mercado. Los teatros en este caso incluían locales comerciales anejos y viviendas en los inmuebles.

También se van a poner a la venta los espacios del Centro de Alta Tecnología Argüelles (CATA), unos estudios de grabación a la última, pero deficitarios, cuyas actividades no figuran entre los fines principales de la entidad.

El caso de la Sala Berlanga está pendiente de la función que para ella encuentre el colectivo de autores relacionados con el cine. Fuentes de la SGAE confirmaron ayer a ABC que no se van a regalar estos espacios, a pesar de la crisis, «porque la decisión de vender es firme pero no hay prisa y esperaremos a tener buenas ofertas».

La venta de Arteria era una de las peticiones electorales de la candidatura DOM, de José Miguel Fernández Sastrón, quien denunció que la red de teatros sangraba a los autores con cantidades millonarias: en 2009 fueron 10 millones a empresas externas, 11,3 millones para las filiales y créditos asfixiantes. Otras voces críticas, como los Editores, también llevaban pidiendo abandonar el proyecto hace meses.