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Alta tensión en Colmenar Viejo

La amenaza de que bandas latinas acudan a ajustar cuentas con los marroquíes dispara la alerta: «Si vienen a por nosotros, habrá guerra»

Alta tensión en Colmenar Viejo JOSÉ ALFONSO

CARLOS HIDALGO

Colmenar Viejo está que arde. Han pasado tres días desde que se desencadenara una noche de caza de brujas en el pueblo de marroquíes contra dominicanos y los nervios siguen a flor de piel. El rumor de que miembros de bandas latinas acudirán al municipio este sábado para «vengar» a sus compatriotas no ha hecho más que incidir en la herida abierta entre la amplia comunidad magrebí: si de por sí ya tienen rabia porque uno de sus jóvenes, Mohamed , sigue muy grave tras ser apuñalado, la amenaza de una nueva reyerta interracial se la toman como un pulso. Y dicen que van a responderlo.

En Colmenar no se habla de otra cosa desde el lunes por la noche. Una pelea entre dos chavales, un dominicano («Francis») y un marroquí (Mohamed) se saldó con el primero clavándole un cuchillo en la axila izquierda al otro. Pero la tragedia no había llegado a su fin. Porque doscientos magrebíes la emprendieron no sólo con el presunto agresor, que ya está en prisión por intento de homicidio, sino con los cuatro compatriotas que le acompañaban y con un puñado de comercios regentados por dominicanos.

Locales cerrados por miedo

Ayer, estos negocios permanecían cerrados. La encargada de uno de los bares objeto de la venganza no se atrevió a reabrir. Sabe que hay muchas ganas de revancha, y no quiere que vuelva a pillarle en medio. Según explicó a ABC, la propia Guardia Civil le ha advertido de que, en caso de que Mohamed empeore, sus amigos podrían volver a la carga .

El fin de semana está a la vuelta de la esquina y las noches son el caldo de cultivo de los violentos para lanzar piedras y amenazar de muerte a esta pequeña parte de la comunidad latina de Colmenar .

Los propios chavales que podrían haber estado involucrados en los altercados repetían ayer sus amenazas. «Las bandas latinas han escrito en algunos foros de internet que van a venir el sábado con pistolas, a por nosotros. Es gente de Alcobendas. Si vienen, aquí va a haber guerra», dice uno; otro joven añade: «Como lo hagan, ya están avisados unos amigos míos de Lavapiés, Miraflores de la Sierra, Soto del Real y Guadalix... Los musulmanes —advierte—, si hacemos la guerra y morimos , creemos que vamos al cielo. Eso es lo que dice el Corán».

La conversación se desarrolla en el esquinazo que frecuentan una veintena de jóvenes marroquíes noche y día. Ahora están en Ramadán, y el hambre, aseguran, los pone «más rabiosos» . Alí, de 24 años, está en prisión: «Me pegué con un policía en Ceuta y me echaron un año y ocho meses. El policía me arrancó un diente y yo le arranqué otro». Ahora, el juez le ha dado 20 días de permiso y se acaba de enterar que «Francis», el presunto agresor de su amigo Mohamed, está en Soto del Real, la misma cárcel donde él cumple condena. «A ver si me entero de en qué módulo lo han metido....», dice, con aires de revancha.

Buena parte de la comunidad marroquí culpa a las autoridades policiales de Colmenar de lo que está ocurriendo. Acusan a la Policía Local de «racista» y critican los cacheos a los que la Guardia Civil les somete. El Instituto Armado está reforzando estos días su presencia en la localidad, incluso trayendo patrullas de otros puestos cercanos. « Nos da igual —insisten los chavales marroquíes —; como los cómplices del que acuchilló a Mohamed salgan a la calle, van a morir».

«¡Que se maten ellos!»

En un bar del centro del pueblo nadie quiere dar su nombre. Pero todos hablan. También les ha llegado el rumor del posible ajuste de cuentas que planean las bandas latinas. Una vecina de toda la vida lo zanja rápido: « ¡Que se maten entre ellos! ¡Así hay más trabajo para todos y menos ayudas!».

Otro «parroquiano» tiene algo muy seguro: «Si la quieren liar, acabarán liándola. Las fiestas de los Remedios van a estar este año muy “calentitas” ». Se refiere a los festejos locales, que darán inicio muy pronto, el 26 de agosto. A la vuelta de la esquina, prácticamente.

Algunos vecinos españoles tampoco se fían de la efectividad de la Policía Local de Colmenar Viejo. «¡Como tengamos que confiar en la Policía de elite que tenemos...! ¡Son unos “gallinas”! », se burlan. Ayer, durante las casi cuatro horas que ABC permaneció en el centro de la localidad apenas se vio un coche patrulla de la Policía Local. Aunque los residentes en la zona aseguran que se dejan caer por el barrio sobre todo de noche, que es cuando más peligro existe.

Lo cierto es que, al cierre de esta edición, el día de ayer había transcurrido con total normalidad. No hubo incidentes . Pero sí se mantenía una tensión verbal que acabó con insultos y amenazas a los periodistas.

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