Trias consiente las fiestas mayores alternativas que ensalzan a etarras

El Ayuntamiento de Barcelona cambió de color el pasado 22 de mayo. Sin embargo, su nuevo alcalde, Xavier Trias (CiU), mantiene algunas costumbres heredadas de sus antecesores: PSC, ERC e ICV. Como la de consentir que durante las fiestas mayores de barrios como Gracia o Sants, que se celebran en agosto, se organicen las llamadas fiestas alternativas, organizadas por colectivos de independentistas, antisistema, «okupas» y hasta partidarios de homenajear a presos catalanes etarras, a los que tildan de «presos políticos».

Trias declaró ayer a Efe que está dispuesto «a pactar» con los diversos sectores para tener las fiestas «en paz». «Un ayuntamiento no está para decir quién puede hacer fiestas y quién no. Lo que hay que hacer es que todo el mundo cumpla las normas», añadió el primer edil. Por contra, el líder municipal del PPC, Alberto Fernández Díaz, pidió prohibir tales fiestas, que «a menudo crean problemas a los vecinos», en lugar de pactar con «okupas y antisistema». «Los acuerdos con los alternativos consisten en que ellos no queman contenedores a cambio de hacer fiestas fuera de los horarios que, además, molestan a los vecinos», remachó.

El año pasado, durante las fiestas de Gracia, los alternativos convocaron un acto de bienvenida a Laura Riera, que salía de la cárcel tras cumplir condena por colaboración con ETA, y una «marcha de antorchas» en homenaje a otras dos etarras en prisión: Lola López y Marina Bernadó. Finalmente, la Audiencia Nacional prohibió estos actos tras una petición de Fiscalía y un fuerte dispositivo policial impidió que se celebraran.

Para este año, la Assemblea de Joves de Gracia ha organizado una «marcha de antorchas» para el sábado 19 de agosto, aunque en el cartel que lo anuncia no detalla a qué «presos políticos» se rendirá tributo, como suele ser tradición.