Hazte premium Hazte premium

a contracorriente

Una mejora educativa

andrés freire

ALGUNA vez he dicho que mis años de profesor me han enseñado que nuestros alumnos no sólo son mejores de lo que creemos, también son mejores de lo que merecemos. Su nivel educativo, que es bajo, no se corresponde a su esfuerzo, que es alto. No culpen de ello a la sociedad (culpar a todos es, en el fondo, lo mismo que no culpar a nadie), o a profesores y padres. Los principales responsables del declive educativo en España son los «expertos» que lo han diseñado. Con ellos, los lobbies políticos que han secuestrado la educación para impulsar sus ideas sociales.

Todos ellos participan de la idea progresista de que el sistema educativo no tiene como objetivo formar personas y profesionales, sino transformar la sociedad desde abajo. Las aulas se llenan de intereses ajenos a ellas: igualdad, feminismo, ecologismo… En Galicia, ya sabemos que el más alto objetivo pedagógico es la construcción nacional.

La teoría tras las leyes se llama constructivismo. Entre otras cosas, asegura que los alumnos son tabla rasa que han de construir sus conocimientos alentados por profesores. Las diferencias individuales, sociales o sexuales son también «constructos» artificiales, contra los que ha de luchar el sistema educativo. En este contexto, las autoridades educativos han sorprendido positivamente con una reforma legislativa que abre la puerta para que alumnos de 15 años inicien un itinerario educativo distinto que les conduzca a la FP.

Les sitúo en el problema: Una de las premisas de nuestro sistema es la igualdad. Por tanto, todos estudian juntos y lo mismo hasta los 16 años. Un objetivo social ineludible. Una catástrofe educativa. Porque, a esa edad, ya hay una diferencia casi insalvable entre quien quiere estudiar y quien no, entre el buen alumno y el malo. De ahí el agujero negro de 2ESO (14 años); los malos estudiantes alcanzan ese curso por inercia (hay un límite máximo de años que pueden repetir). No les gusta ni interesa estudiar. En consecuencia, dedican sus mejores esfuerzos a llamar la atención y sabotear las clases. Alcanzado ese año, ya pueden engrosar las filas de los Ni-nis. Al cabo, sin título de secundaria no pueden entrar en la FP, opción denegada a ellos, curiosamente, a resultas de un pretendido igualitarismo. Observen los problemas graves que acaecen en las aulas españolas y verán que se concentran en 2º y, algo menos, 3º de la ESO.

Hasta ahora los responsables de educación argüían que la igualdad hasta los 16 era un objetivo social irrenunciable. Por fin, han decidido un subterfugio legal para adelantar la diferenciación hasta los 15. Un alivio para los que, alejados de cátedras, seminarios y teorías, hemos de lidiar diariamente con la fea y palpitante realidad.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación