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Los chimpancés son generosos por naturaleza

Un nuevo estudio demuestra que el altruismo no es una rareza humana, como se creía hasta ahora, y que algunos primates comparten su comida de forma espontánea con sus congéneres más amables y pacientes

Los chimpancés son generosos por naturaleza Yerkes

J. de J.

J.D.C.

Los chimpancés comparten tantos rasgos con los seres humanos que en ocasiones pueden producir escalofríos. ¿Demasiado parecidos? Son inteligentes, capaces de aprender el lenguaje de los signos -la famosa Washoe , la primera no humana que habló con sus manos, podía expresar 300 palabras-, e incluso saben mentir. Reaccionan con dolor ante la muerte de un congénere y hacen planes para el futuro. Por si fuera poco, investigadores del Yerkes National Primate Research Center en Atlanta (EE.UU.) han descubierto en estos primates una cualidad que hasta ahora se creía exclusivamente humana: la generosidad. Los científicos aseguran que los chimpancés son altruistas por naturaleza y que comparten sus golosinas con otros monos de forma espontánea, especialmente si esos compañeros se muestran amables y pacientes. El estudio aparece publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Estudios anteriores señalaban que la generosidad es una rareza humana que evolucionó en los últimos seis millones de años, después de que los humanos se separaran de los simios. Los chimpancés han sido considerados como seres egoístas e interesados. Sin embargo, los investigadores de Yerke creen que estos resultados negativos son fruto de estudios mal realizados, demasiado complejos, en los que los animales estaban muy distanciados. «Este (nuevo) estudio confirma el carácter prosocial de los chimpancés con una prueba diferente, mejor adaptada a la especie», explica Frans de Waal, uno de los autores de la investigación.

La investigación se centró en ofrecer a siete chimpancés, todas hembras adultas, la elección entre dos acciones similares: una que premiaba a la participante activa y a un compañero que estaba sentado muy cerca, y otra que solo premiaba a la primera. La golosina eran unos trozos de plátano envueltos en papel.

Nada para los alborotadores

En cada prueba, la chimpancé debía elegir entre fichas de diferente color. Un determinado color significaba que la hembra quería intercambiarla por comida para ella y para su compañero. El otro color quería decir que solo quería comida para ella. Las siete chimpancés mostraron una gran preferencia por la primera opción. Curiosamente, se mostraron más generosas si su congénere era paciente y amable y simplemente recordaba que estaba allí, mientras que preferían no compartir los plátanos si su compañero montaba alboroto, pedía la comida insistentemente o les salpicaba con agua. Para los científicos, esto significa que el altruismo era real y que no estaba sujeto a ningún tipo de intimidación.

Los autores están convencidos de que su investigación confirma la generosidad de los chimpancés en un experimento bien controlado, lo que sugiere que el altruismo humano no es tan raro como se creía.

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