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REAL MADRID

El martillo sin descanso

El Madrid se impone al Chivas con tres goles de Cristiano en solo nueve minutos (0-3)

DAVID ÁLVAREZ

Cuando en el minuto 74 por fin embocó un centro que le puso desde la derecha Benzema, Cristiano Ronaldo agarró con las dos manos el balón que le devolvía la red y lo pateó con rabia lejos de allí mientras murmuraba. Una liberación después de haberse estrellado repetidamente contra Luis Michel, contra el lateral de su portería, y contra su propia ansiedad, con la que se llevó a un defensa al suelo y una tarjeta amarilla.

Los partidos de pretemporada, como el de la pasada madrugada contra el Chivas de Guadalajara en San Diego (EE.UU.), disponen un apetitoso escaparate para los nuevos. Y para Ronaldo. Son días en los que todos los ojos persiguen a esos recién llegados, entreviendo brillos y vahídos a través de las rendijas de 15 minutos que concede Mourinho al comienzo de los entrenamientos. Son días también en los que todos los nuevos tratan de enseñarse a los que ya estaban allí, y que a Cristiano le parecen buen momento para enseñarse él también a todos. «Cristiano es Cristiano. Siempre tiene ambición, motivación y alegría por jugar. Sea en China, Estados Unidos o donde sea», dijo Mourinho después de un partido en el que esa ambición arrojó tres tantos en nueve minutos: el de la liberación, un penalti dudoso a Pepe (m.77) y un remate cruzado desde el centro del área (m.83) a otro pase desde la derecha de Ozil, que repartió finas asistencias entre el portugués y Benzema, incapaz de encontrar un hueco hacia el gol.

En las orillas de la explosión de Cristiano, los nuevos también encontraron tiempo para mostrar lo que traen. Coentrao, el multiusos de Mourinho, funcionó bien en el lugar que dejó a última hora Xabi Alonso, con problemas en la espalda. «Está en el Madrid porque puede jugar en varias posiciones. Obviamente, no iba a pedir al presidente que nos gastáramos 25 millones, más o menos, en hacer la competencia a Marcelo», explicó Mourinho al final.

El portugués llegado del Benfica casó bien con Granero en el centro, contundente en el corte y profundo con la pelota. Él y Varane, nuevo que llegó de la mano de Zinedine Zidane, aportaron algo de luz a un Madrid que sufrió algunos atascos en el primer tiempo, con Kaká atrapado entre compañeros que buscaban aire en su zona. Los 18 años del defensa quedaron olvidados en los primeros lances, muestras de autoridad de la mejor escuela Carvalho. Y los enterró definitivamente en el minuto 35, con un balón peinado hacia atrás que atrapó Luis Michel casi sobre la línea.

Lo demás se lo llevó Cristiano, que rebaña en esquinas de tiempo despreciadas por otros. Como en un choque de pretemporada. O en las cuatro últimas jornadas de una Liga perdida, en las que anotó el 25% de sus goles de la temporada.

Club Deportivo Guadalajara: Michel; De Luna, Reynoso (m.55, Magallón), Araujo, Esparza; Fabián (m.78, Salazar), Ponce, Baez; Arellano (m.78, Sánchez), Medina (m.67, Gallardo) y Mejía.

Real Madrid: Adán (m.46, Casillas); Arbeloa (m.46, Nacho), Carvalho (m.46, Pepe), Varane (m.46, Albiol), Marcelo; Coentrao, Granero, Ozil (m.84, Jesé); Kaká (m.46, Callejón), Ronaldo y Benzema (m.78, Joselu).

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