BURGOS
Homenaje póstumo al fundador de los amigos de Atapuerca
Los tres codirectores de los yacimientos de Atapuerca y un grupo de familiares y amigos de José Manuel Cerdá rindieron ayer un homenaje póstumo al fundador de la Asociación de Amigos de Atapuerca, embrión de todo el entramado social de apoyo a los yacimientos. Eudald Carbonell explicó que la asociación fundada por Cerdá fue el «vehículo» para mejorar la difusión de lo que supone Atapuerca y permitió organizar todo tipo de actividades, desde conferencias a contactos con las administraciones. Eduardo Cerdá, hijo del homenajeado, recordó el esfuerzo que realizó su padre para poner en marcha la asociación en 1997, tres años antes de que Atapuerca fuera declarada Patrimonio de la Humanidad, cuando «muchos no creían en la envergadura que iban a tener los hallazgos de esta sierra burgalesa».
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