Cavadas, que ha ofrecido una rueda de prensa junto con el consejero de Sanidad, Luis Rosado, ha destacado que el joven trasplantado se puso a llorar cuando se despertó y se encuentra «encantado de la vida» y «contento como Dios».
Tras una operación de 10 horas en la que han intervenido 50 profesionales , el joven está clínicamente estable y ahora le espera un proceso de rehabilitación complicado en el que habrá que esperar un año para comprobar su evolución y determinar si se puede repetir la experiencia pionera de este trasplante con otros pacientes.
A partir de ahora, según Cavadas, el proceso podría ser que en tres semanas pudiera estar moviendo las rodillas; en dos meses, podría empezar a estar de pie en una piscina; en tres, podría aguantar el peso en el exterior del agua y en seis o siete «podría estar caminando».
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