Hazte premium Hazte premium

El Reino Unido busca zanjar la era de compadreo entre poder y prensa

Hoy se publica el último «News of the World», símbolo de las corruptelas en el «establishment» británico

El Reino Unido busca zanjar la era de compadreo entre poder y prensa REUTERS

BORJA BERGARECHE

Esta mañana, cinco millones de ejemplares de la última edición de «News of the World», el tabloide con 168 años de historia «más inglés que el "roast beef" y el pudín de Yorkshire», han visto las calles por última vez. Se calcula que un 15% de la población adulta británica leía sus páginas cada domingo, con una tirada auditada en mayo de 2.600.000 ejemplares y unos 7.500.000 de lectores de audiencia atribuida. Con el fin de esta institución de la Prensa británica, se acaba también una era de relaciones «demasiado cercanas, demasiado íntimas» —son palabras de un primer ministro amigo íntimo de los Murdoch— entre políticos y periodistas.

El dominical populista, vendido por sus propietarios en 1969 a un australiano de 37 años para evitar que cayera en manos de un barón de la prensa laborista, se va con un precio de venta en eBay que superaba ayer las cinco libras, cuando su precio en quiosco es de una libra (1,12 euros). Y deja una colección de historias para la memoria colectiva de un público que lo adoraba por ser «capaz de definir los orígenes de clase y las afinidades de sus lectores casi desde la primera página hasta la última», según DJ Taylor en «The Independent».

«Es domingo después de comer. La mujer está ya dormida en el sofá, y los niños han sido enviados a dar un largo y agradable paseo. Pones los pies sobre el sofá, te colocas las gafas sobre la nariz, y abres el "News of the World…», escribía George Orwell en un ensayo de 1946. En los años 50, el dominical llegó a alcanzar los ocho millones de ejemplares de venta, la mitad de la población adulta, que devoraba esa mezcla atrevida e irresistible de sexo y crímenes en crónicas que leían así: «¿Qué hizo después el acusado, señorita? Me pidió que me quitara las bragas, señoría».

Las orgías de Mosley

El «News of the World» desveló en marzo de 2008 las orgías nazis de Max Mosley, uno de los padrinos de la Fórmula 1 e hijo de un líder nazi británico de los años 30. El tabloide obtuvo un vídeo de las sesiones de sexo con cinco prostitutas, aunque un tribunal le obligó a resarcir al millonario por violar su intimidad. En 2002, llevaron a su portada la confesión de haber fumado «canabis» del Príncipe Enrique, enviado con 17 años a una clínica de desintoxicación. El caso Profumo, las amantes de deportistas y diputados, los excesos policiales o los más salvajes sucesos eran la materia prima del periódico más leído de la prensa británica hasta hoy.

Se da por hecho que Murdoch ha hecho de la necesidad virtud y ha aprovechado que la Iglesia anglicana estudia retirar su pequeño paquete de acciones, para acelerar una de sus obsesiones y ser más competitivo en la era digital: la integración de cabeceras, en este caso la de «The Sun», también suyo, con un nuevo «Sun on Sunday» que sustituya al «News of the World».

Pero con el periódico se va también una cultura de promiscuidad entre periodistas y políticos que habría permitido, según coinciden una mayoría de analistas, el escándalo. «En esto estamos todos, y sí, eso me incluye a mi», reconoció Cameron. El primer ministro era el centro del «grupo de Chipping Norton», una serie de «patricios» con casa en el Oxfordshire que incluiría a su vecina Rebekah Brooks, directora del «News of the World» de 2000 a 2003 por donde pasaban el ministro de Finanzas Osborne, Blair y Gordon Brown con mujeres, y varios hijos de Murdoch.

Una cultura a la que deberían poner fin las dos investigaciones ordenadas por el primer ministro sobre las escuchas, que traerán una nueva regulación de los medios y un golpe a las corruptelas de la policía, actor imprescindible en un juego que se les fue de las manos. «Mi sospecha es que todos los tabloides y posiblemente algunos de los diarios de calidad han pagado a menudo por información de forma ilícita, y en ocasiones la han obtenido de forma ilícita», explica a ABC un ex director de un gran diario británico que prefiere no ser identificado.

«Hay leyes que prohíben las escuchas y los sobornos a policías; lo que ocurrió es que no fueron aplicadas, en parte por lo que parecen ser relaciones íntimas entre tabloides y algunos policías, y en parte por el miedo de muchos políticos a Murdoch», nos explica David Gardner, editor del «Financial Times». Hoy es el último día para el periódico más popular del Reino Unido, y el primero de una nueva era —parece— de mayor transparencia y distancia entre Prensa y poder.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación