La humanidad recobrada
El director adjunto del Servicio Jesuita de Refugiados recibe el X Premio Fundación por la Justicia-Bancaja
R. B. C.
Las situaciones de persecución y guerra en distintos países del mundo provocan que la cifra actual de refugiados sea la más alta de la historia, con más de 45 millones. Y uno de los organismos internacionales que se encarga de paliar esta problemática en la ... medida de lo posible es el Servicio Jesuita de Refugiados (SJR), que trabaja en más de 50 países. Su director adjunto, Kenneth Gavin, recibe hoy el X Premio Fundación por la Justicia-Bancaja en nombre de esta organización católica por su «trayectoria y dedicación constantes a la defensa de los derechos humanos».
Gavin describe el estado de los refugiados como personas que, incluso, «pierden la noción de humanidad», algo que resulta «muy preocupante» en un momento como el actual. Además, el director adjunto de SJR indicó que en la cifra total de refugiados se incluyen tanto los 15 millones de exiliados, como los 27 millones de desplazados internos. «Son cifras muy altas y es fácil perderse, pero lo que hay que tener en cuenta es que detrás de estos datos hay personas que lo han perdido todo durante años y años de exilio», añadió.
El papel de la ONU
Otro de los problemas más importantes del momento es, según explica, el de los llamados «refugiados urbanos», es decir, personas que viven en suburbios en ciudades como Johannesburgo, Nairobi, Pretoria o Kampala. Según Gavin, el 60 por ciento de los refugiados son «urbanos», una circunstancia que hace más complicada la ayuda para atenderles en estos lugares.
En cuanto al papel de Naciones Unidas, Gavin cree que la organización «ha necesitado mucho tiempo para comprender este reto y ayudar a resolverlo». De hecho, el SJR se ha reunido en diversas ocasiones en Ginebra para hacer propuestas que ayuden «a resolver esta situación», dice.
El norte de África es otro de los «puntos calientes» del mundo en la actualidad, debido a los conflictos que están provocando continuos flujos migratorios hacia Europa. A este respecto, Gavin destaca la «gran preocupación» en Roma por los tunecinos y libios que huyen hacia la isla de Lampedusa, y explica que no sólo trabajan para atender la masiva llegada de inmigrantes, sino también para promover un sistema de rescates en alta mar.
«Dios no les ha abandonado»
Por ello, el SJR destinará el premio, dotado con 18.000 euros, a la puesta en funcionamiento de un proyecto educativo para alumnos de secundaria refugiados en Liberia como consecuencia de los conflictos en Costa de Marfil. Un galardón que Gavin agradece porque sirve para «arrojar luz sobre uno de los problemas más graves de la humanidad actualmente». «Se necesita mucha ayuda material, pero también se necesita cuidar y acompañar a las personas y poder decirles que Dios no les ha abandonado», explica.
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