Dos mujeres asesinadas por sus parejas elevan a 31 las víctimas en 2011

Julio ya se ha teñido de negro para las víctimas de la violencia de género. En solo unas horas ayer se produjeron dos nuevos crímenes en Zaragoza y Hernani que elevan a 31 el número de mujeres asesinadas en lo que va de año. La víctima de Zaragoza nunca había denunciado a su pareja; la otra sí, pero ello no ha impedido su muerte.

El primer crimen tuvo lugar en la madrugada del sábado, cuando la trágica noticia despertaba a los vecinos del número 103 del zaragozano barrio de San José. En el cuarto piso del inmueble, un ecuatoriano de 30 años estranguló a su mujer, delante de su hijo de diez años, que fue quien dio la voz de alarma a un familiar cercano. A la una y media de la madrugada, la Policía acudía al piso. Allí se encontraron a la mujer, de 28 años y también ecuatoriana, inconsciente, con los labios morados y signos de violencia. Comenzó entonces la búsqueda de su pareja sentimental. Una hora y media después, la Policía lo detuvo y ayer pasó a disposición judicial.

Fue el pequeño, hijo de la pareja, quien alertó a un familiar de la pelea que habían mantenido la noche del sábado sus padres. El niño le explicó que su padre se había marchado de la casa con mucha prisa y que su madre no se encontraba bien. Poco después llegaron los agentes policiales, junto con una ambulancia, pero nada se pudo hacer por salvar la vida a la joven. Murió estrangulada. Entre los vecinos, la conmoción era total. Nadie se explicaba lo sucedido y reinaba la incredulidad. Todos aseguraban que nunca habían escuchado discusiones fuertes entre la pareja, y la víctima no había interpuesto denuncias previas.

No habían pasado ni cuatro horas cuando se produjo el segundo caso, en la localidad guipuzcoana de Hernani. A esa hora, Rosario Román, de 55 años, y su hija Yolanda, de 30, se disponían a coger un taxi en la calle Urbieta para volver a casa, en un barrio alejado del centro del pueblo. En ese momento la ex pareja de Rosario, un ciudadano ecuatoriano, se les acercó y acuchilló a ambas . La madre murió prácticamente en el acto, mientras que Yolanda fue trasladada al hospital y su vida no corre peligro. Horas después, un agente de la Ertzaintza convenció al autor del crimen para que se entregara tras citarse con él en mitad de la calle.

La víctima tenía un expediente abierto por anteriores episodios de violencia machista, según fuentes del Gobierno vasco. Se le abrió uno en 2007; dos años después se le amplió por agresión, amenazas e insultos. Después fue archivado. Rosario no tenía ninguna medida de protección.