¿OCTUBRE O NOVIEMBRE?

Y tú, ¿estás impasible cuando todo el Reino tiembla como si no fuese firme?. La frase del Casca de Shakespeare bien podía haberla pronunciado Rajoy dirigida a un Zapatero en el papel de alienado Cicerón en el Debate de esta semana. El Reino tiembla, en efecto, y se resquebraja. Y Zapatero , ajeno a todo, «se despide pero no se va», como bien sentenció Ignacio Camacho y «retuiteó» al día siguiente en la Cámara alguna diputada.

«Lacrimógeno y ucrónico» según la certera descripción de Martín Ferrand en «Protagonistas». «Un presidente más demócrata y más patriota ya se habría ido», resumió Carmen Remírez de Ganuza . «No está mostrando demasiada dignidad en estas postrimerías de su mandato», explicó Bieto Rubido . «Quizás aún espere la foto de la firma de la paz y por eso lo de la capital cultural para Guipuzcoa y otras cosas», atisbaba Curri Valenzuela . Y finalmente, Félix Madero : «Lo único que a la gente le interesaba del debate es si las elecciones se adelantan a octubre o a noviembre».

Tiempo de descuento. Los minutos de la basura. Una legislatura acabada. «Sean cuando sean las elecciones, el PSOE marcha hacia el cataclismo», resumía Alfonso Rojo en «De costa a costa». Y una Mariola Urrea en la Ser: «Dejemos el debate de si adelanto o no. El Gobierno tiene que dar un impulso político creíble». Voces de «what?, what?».

Luego apareció Alfredo P. Rubalcaba , «el milagro de P Punto», en glorioso hallazgo de Santiago González . Un cartel electoral sin la calva pero aún con la cartera. De vice. Y de Interior. «Tendrá que distanciarse mucho de Zapatero si aspira a algo en las urnas», sugería Tonia Etxarri en Punto Radio. O quizás tendrá que sepultarlo. Volviendo a Shakespeare, aquella frase de Bruto sobre César : «Que sea un sacrificio, no una matanza. Matémoslo con brío pero sin saña». Quizás lo ignore, pero a Zapatero le quedan horas.