Madrid mantiene los dominios para ser olímpica en 2020... pero aún se lo piensa
El Ayuntamiento ha ido renovando la propiedad de las páginas año a año, aunque todavía no muestra contenidos. Gallardón tiene hasta el 29 de julio para decidir si la capital quiere ser olímpica dentro de nueve años
El 29 de julio es la fecha tope para que Madrid se decida o no a organizar los próximos Juegos Olímpicos del año 2020. Ese día, el Comité Olímpico Español (COE) tiene que haber recibido la candidatura de Madrid para hacerla llegar al Comité Olímpico Internacional (COI). Y la ciudad todavía se lo está pensando.
Antes, a mediados de julio, Alberto Ruiz-Gallardón tiene previsto dar a conocer su decisión definitiva. Será después de que se haya elegido la ciudad que albergará los Juegos Olímpicos de invierno de 2018, tal y como adelantó el regidor en el último Foro ABC: «Dijimos que nos presentaríamos si teníamos las mejores posibilidades que la vez anterior y lo cumplimos. La próxima vez será para ganar».
Todo parece apuntar a que el alcalde -el único sobre el que recae la responsabilidad de anunciar la candidatura- presentará a Madrid a las Olimpiadas de 2020. El último espaldarazo lo dio el COE el pasado 1 de junio, cuando aprobó que apoyaría la opción madrileña frente a la de cualquier otra ciudad española. Es la última pero no la única muestra de apoyo que ha recibido Madrid por parte de institiciones y responsables políticos. Todos aseguran que darán su apoyo a la candidatura.
Otra prueba de que el Ayuntamiento confía en poder presentar la candidatura hay que buscarla en internet. De momento, mantiene los dominios madrid2020.com , madrid2020.net y madrid2020.es , cuya propiedad ha ido renovando año a año. Aunque todavía no muestra ningún contenido en dichas páginas.
Rotación de continentes
Madrid espera también a la elección de la sede de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2018, para la que optan tres ciudades, dos de ellas europeas. Si la candidatura surcoreana de Pyeongchang resulta la elegida (es la que cuenta con más opciones), añadiría una razón más -la de la rotación de continentes- para que Madrid tuviera aún más posibilidades.
Según una norma no escrita, las Olimpiadas nunca se celebran dos veces seguidas en el mismo continente. En 2016 tendrán lugar en Río de Janeiro, por lo que en 2020 habrán de viajar a Europa o a Asia. Hasta África no irán porque Durban (Sudáfrica) ha anunciado recientemente que no se presentará. De momento, el único rival oficial es Roma , aunque ya han anunciado su intención de concurrir al proceso de elección Berlín , París y Tokio . Pero, a diferencia de Madrid, en todas estas ciudades se han celebrado ya Juegos Olímpicos, por lo que la opción española contaría con ventaja en ese aspecto.
La crisis, el gran problema
La razón principal que puede hacer dudar a Gallardón de presentar la candidatura es la crisis económica en la que se haya inmersa España en general y las arcas municipales en particular. Presentar la anterior candidatura -la de Madrid 2016- costó 37,8 millones de euros, de los que el Ayuntamiento sufragó directamente 16,8 millones. El resto fue pagado por patrocinadores.
El Consistorio madrileño anunció recientemente un amplio paquete de medidas para contener el gasto de la entidad, fuertemente endeudada a raíz de las deudas del soterramiento de la M-30. Entre ellas, recortar 3.317 empleos (14,4 millones de ahorro), limitar los cargos directivos (9 millones) y suprimir eventos como La Noche en Blanco de este año (casi un millón de euros).
España debería gastar unos 15.000 millones si Madrid es elegida
Pero el mayor desembolso económico tendrá lugar si la ciudad resulta elegida. En la memoria de la candidatura de 2016, el Gobierno comprometió 15.435 millones de euros con la candidatura, la mayor parte de ellos destinados a infraestructuras (14.761). Curiosamente, esta cifra casi coincide con los recortes a los que se vio obligado el Gobierno en el año 2010 y que obligaron a recortar el salario de los funcionarios, la congelación de las pensiones y el recorte en la construcción de infraestructuras.
El COI se apresura a adelantar el argumentario con el que se puede defender este enorme desembolso: «Al ciudadano hay que explicarle que no deben ser entendidos como un gasto, sino como una inversión"» dice Alejandro Blanco, su presidente.
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