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ENTREVISTA

«El Gobierno debe hacer cumplir la ley, con tanta firmeza como respetó a Bildu»

La popular Arantza Quiroga, presidenta del parlamento vasco, asegura que «Bildu es como el cáncer maligno que se ha reproducido con más fuerza y en órganos vitales»

«El Gobierno debe hacer cumplir la ley, con tanta firmeza como respetó a Bildu» JESÚS ANDRADE

ITZIAR REYERO

La presidenta del Parlamento Vasco afronta su nueva relación interinstitucional con Bildu desde el «respeto», pero sin ocultar su desconfianza por quien sigue sin condenar a ETA. Como guipuzcoana, se duele de que las «ansias de paz» hayan «cegado» el voto de muchos y que la pelea partidista PNV-PSE haya dejado las instituciones a los pies de los radicales.

—¿Con qué cuerpo se levanta uno sabiendo que su tierra, Guipúzcoa, está bajo el control de Bildu?

—Es la misma sensación que cuando uno ha estado luchando contra un cáncer maligno y le dicen que ese cáncer se ha vuelto a reproducir, con más fuerza y en órganos vitales.

—Personalmente, ¿se fía del nuevo diputado general, Martín Garitano?

—No es un problema de confianza personal. Tengo mi criterio formado en hechos y actitudes. Es él quien debe demostrar que gobernará para todos, que condena el terrorismo y cumple con las reglas democráticas.

—¿Por qué le cuesta tanto repudiar a ETA?

—Quiere actuar como si no hubiera pasado nada, demostrando que es más de lo mismo. Pero no se puede obviar que es parte de un proyecto totalitario del que solo esperamos sectarismo a la hora de gobernar. Lo peor es que ha logrado engañar a buena parte de la ciudadanía que tiene ese deseo de paz y ve en Bildu una oportunidad. Mucho me temo que frustrará sus expectativas. Ya lo empezamos a ver con la retirada de los símbolos constitucionales que nos unen a todos los españoles.

—Bildu ha retirado la efigie del Rey «porque no representa a la mayoría de los vascos». ¿Lo cree así?

—En absoluto. Lamentablemente, su deseo de ruptura con España no es nuevo. Ahora espero que el Gobierno respete la Ley y la haga cumplir al mismo nivel que respeta y hace cumplir la legalización de Bildu.

—¿A quién le debemos que Euskadi vuelva a las portadas de los diarios?

—Primero, a los magistrados del Constitucional. Me niego a quitarles esa responsabilidad. También a los partidos que, como PSE y PNV, abogaron por su legalización y hoy se llevan las manos a la cabeza. Esto se podía haber evitado. Si los números no dieran... pero es que teníamos en nuestra mano el haber sumado para evitar que gobernaran. El PNV se ha convertido en el valedor y escudero de Bildu en Guipúzcoa.

—Garitano ha pedido al PP que sea «valiente» y apueste por la paz.

—Es de una desfachatez inaceptable. Los cobardes son ellos, que siguen sin atreverse a plantarse de forma clara ante ETA. Muchos compañeros han sido asesinados por plantarse. En el mismo Salón de plenos del que han quitado la efigie del Rey se hizo la capilla ardiente de Gregorio Ordóñez por la que pasaron miles de guipuzcoanos. Nuestra máxima es la de las víctimas: dignidad, verdad y justicia. Y de ahí no nos vamos a mover. No es inmovilismo, es decencia.

—¿Teme que usen las instituciones al servicio de los objetivos de ETA?

—(Garitano) lo dijo en su toma de posesión. El objetivo ahora será hablar de los presos. Las instituciones lideradas por Bildu ya están al servicio del proyecto de ETA y las usarán para imponer su relato de la Historia. El que no lo quiera ver es porque no quiere.

—Usted está empadronada en Guipúzcoa. ¿Le da garantías?

—Todo lo contrario. Comprendo la angustia que provoca en la ciudadanía que Bildu controle los datos fiscales de sus familias y empresas. En mi caso, es algo que asumo porque hace años, desde los ayuntamientos, HB ya tuvo acceso a los míos. Lo que más me preocupa es que se garantice la seguridad porque ETA sigue viva.

—Sin embargo, han eliminado las medidas de seguridad de ayuntamientos como el de Andoain.

—El problema es de fondo. No puede ser que Rubalcaba esté preocupadísimo por lo de Andoain si desde su Ministerio nos reduce la escolta porque dice que hay menos riesgo objetivo.

—¿Cómo afronta su relación interinstitucional con Bildu?

—Lógicamente será tensa, pero por encima de todo está el respeto institucional. Bildu ha impuesto un muro de desconfianza porque no termina de ser claro en cuanto a las reglas del juego. En su mano está echarlo abajo.

—María San Gil ha sido muy crítica con su partido. ¿Se equivoca?

—Creo que María está siendo injusta con los concejales que dan la cara en los ayuntamientos... y ella lo sabe. No merece la pena comentar más.

—¿Busca usted piso en Madrid?

—No, no (risas). Entiendo que está muy de moda, pero Arantza Quiroga está en el día a día del Parlamento.

—¿Y si Rajoy le llama?

—Si recibes esa llamada, evidentemente no tienes más vuelta de hoja. Pero eso hoy es política ficción.

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