corazón de león
CARDENAL OLEGARIO GONZÁLEZ DE…
VICENTE ÁNGEL PÉREZ
A Olegario González de Cardedal, el corrector de internet lo asciende automáticamente de cura a cardenal, sin siquiera pasar por el obispado. Las hemerotecas dan fe de numerosas informaciones referidas a «González de Cardenal» o artículos firmados por este personaje creado por periodistas despistados o ... correctores errados. Cierto que el sacerdote abulense es una eminencia en el campo de la teología, pero no la Eminencia Reverendísima que con harta frecuencia lo intitulan quienes desconocen que El Cardedal es un pueblecito a las faldas de la Sierra de Gredos y a orillas del Tormes, muy próximo a otro pueblecito, La Lastra del Cano, en donde vio la luz Olegario González, allá por 1934.
La confusión de su segundo apellido la viene observando el cura de La Lastra desde comienzos de los ochenta del pasado siglo, cuando sus escritos dieron el salto desde las publicaciones especializadas a las de información general. Fue en ABC donde los lectores de toda España comenzaron a conocer a Olegario González de Cardedal o de Cardenal, pues incluso en aquella época en la que las redacciones contaban con el seguro y sesudo filtro de un equipo de correctores «humanos», los duendes siempre encontraban un resquicio para hacer de las suyas. Cuando Olegario González comenzó a colaborar en ABC (treinta años después lo sigue haciendo), este periódico ofrecía la mejor información religiosa de la prensa nacional; al frente de la misma se encontraba el padre José Luis Martín Descalzo, que había nacido un poco más allá (Madridejos, Toledo, 1930), pero que se crió y se hizo hombre de bien y de la Iglesia aquí al lado, en el Seminario de Astorga. Ambos, Martín Descalzo y González de Cardedal, coincidieron en el Concilio Vaticano II; el primero lo hizo como periodista y el segundo como asistente, con 25 años, recién ordenado sacerdote; el primero se hizo maestro del periodismo y el segundo de la Teología tras su paso por las universidades europeas más prestigiosas, como acaba de reconocérselo la jerarquía de la Iglesia católica al concederle el primer premio Joseph Ratzinger, considerado como el «Nobel» de los teólogos.
El próximo 30 de junio, Olegario González recibirá el galardón de manos de su viejo amigo y compañero de estudios y de magisterio, el ahora Papa Benedicto XVI. El teólogo abulense ya ha comenzado a sufrir las críticas de colegas situados en los extremos, a derecha e izquierda, ultras de uno u otro cuño, que también en el seno de la Iglesia los hay. Pero como ha dicho el obispo de Ávila, monseñor García Burillo, «Cardedal es un claro ejemplo de cómo se hace teología: ante todo, por amor a Dios y a los hermanos… y una fidelidad absoluta a la Iglesia». Y en estos tiempos que corren, tiempos de indignados, desengañados, y tantos oscuros hados, quizás la voz de un teólogo merezca ser escuchada: por ejemplo la de Olegario González de Cardedal, una eminencia de cura.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete