El Barcelona, sin piedad

El Barcelona no tuvo piedad y cumplió el guión previsto a las primeras de cambio . Eso sí, tuvo que sudar para llevarse el triunfo del Bilbao Arena, pero lo consiguió gracias al acierto anotador de Navarro y al excelente partido de Sada, cuya aportación resultó crucial para el devenir del encuentro. El título, el décimo sexto del conjunto azulgrana , confirma la supremacía del equipo de Xavi Pascual en los últimos años, en los que ha conseguido cuatro de los diez campeonatos en juego.

Murió matando. El Bilbao Basket, que llegó a la final de la ACB como una cenicienta, vendió muy cara su derrota y solo acabó cediendo en los últimos instantes del encuentro. De hecho, durante muchos minutos soñó con la victoria, arropado por el efecto Miribilla , que se dejó sentir desde el inicio del choque.

Acunados por el público, los hombres de Katsikaris arrollaron al Barça de salida. Con un Álex Mumbrú totalmente enchufado —9 puntos en cinco minutos— los vascos acumularon una renta jugosa (19-12), que se esfumó de un plumazo en el arranque del segundo cuarto. Un parcial de 7-0 volvió a poner al Barça en el partido, a pesar de que la línea de tres se le atragantaba una y otra vez. No fue hasta el minuto 17 cuando un lanzamiento de Navarro rompió el maleficio y dio la primera ventaja del choque al Barcelona (27-28).

El show del catalán no se frenó ahí y tuvo su prolongación nada más volver de los vestuarios, cuando empezó a escaparse la final para los de negro. El MVP de la final, galardón que consigue por segunda vez en su carrera, hizo ocho puntos en el tercer cuarto, que le dieron la máxima ventaja a los azulgrana (33-41). El golpe serenó los ánimos en Miribilla, aunque el efecto apenas duró unos segundos. Los que tardó Aaron Jackson en encender de nuevo la llama.

El base americano, inédito en el segundo partido, se echó el equipo a la espalda y volvió a estrechar el electrónico con tres canastas consecutivas. Para entonces, Sada ya se había convertido en imprescindible, pero fue con el Bilbao achuchando cuando volvió a erigir su figura.

Más allá de su eficacia ofensiva (6 puntos y 4 asistencias), el base fue decisivo con la defensa de Jackson y con sus 5 rebotes en ataque (8 en total). Si es cierto que Ricky Rubio se va a la NBA, el puesto de base está bien cubierto para el Barcelona. Los últimos instantes fueron de alta tensión. Mumbrú se quejó amargamente de un arbitraje que no pareció para tanto y la línea de tiros libres acabó decantando el título para el Barcelona, justo vencedor.