Un escándalo sexual arruina la carrera del congresista Weiner
El representante demócrata admite que mintió sobre sus flirteos en internet
E. J. BLASCO
Para llegar a alcalde de Nueva York probablemente hay que ser algo liberal, pero desde luego no tanto. A Anthony Weiner se le ha visto enseñando pecho, mostrando torso, y se le ha visto en calzoncillos, marcando bulto. Las fotografías que el congresista demócrata envió ... a través de internet a varias mujeres, al menos a seis, con las que asegura haber tenido contacto digital pero no físico, parecen haber acabado con sus aspiraciones políticas, entre ellas una posible candidatura a la alcaldía de Nueva York. Se resiste a dejar su puesto en la Cámara de Representantes, donde tiene un escaño por Brooklyn, a la espera de que la Comisión de Etica del Congreso investigue si ha quebrantado alguna normativa, pero sus compañeros de partido ya le han sentenciado. Ningún demócrata de peso ha salido en su defensa.
Con lágrimas que parecían forzadas, no porque no sintiera el traspiés sufrido, sino porque en sus actuaciones e intervenciones suele mostrarse siempre algo teatral, Weiner reconoció el lunes a última hora que lleva varios días mintiendo a todo el mundo. Cuando la semana pasada en el blog de un activista republicano apareció la noticia de que el congresista, de 46 años y origen judío, tenía en su cuenta de twitter la foto de una chica joven, Weiner dijo que eso había sido obra de un «hacker». A esa foto, que no tenía contenido sexual, siguieron otras que fueron subiendo el tono. Como la que indicaba que le gustaban los «gatitos» (por el órgano sexual femenino, como se conoce coloquialmente en inglés), o la que presentaba un primer gran plano de sus calzoncillos. Luego siguieron instantáneas en las que exhibía el pecho.
Confesión pública
Al acoso de los medios de comunicación, Weiner insistió una y otra vez que eran un montaje, fruto de «photoshop» y obra de algún opositor político que buscaba destruir su carrera. Pero la farsa no le ha durado mucho. El lunes tuvo que convocar una rueda de prensa para reconocer que había mentido, tanto a su esposa manteniendo esos contactos con otras mujeres, como a la opinión pública cuando el asunto había sido destapadado. Pero insistió en que no había hecho nada ilegal, ya que los mensajes de Twitter y su cuenta de Facebook la había gestionado desde ordenadores privados, no del Congreso.
También aseguró que los contactos con seis mujeres, algunos comenzados antes de casarse, pero la mayoría continuados después de contraer matrimonio recientemente, habían sido sólo a través de internet. Insistió en que nunca se encontró personalmente con ninguna de ellas. «Es una aberración de la que he aprendido», dijo, queriendo dar por zanjado el asunto.
«En los últimos años he mantenido varias conversaciones inapropiadas a través de twitter, Facebook y correo electrónico, y ocasionalmente por teléfono, con mujeres a las que he conocido online», confesó. «No sé lo que estaba pensando. Era una cosa destructiva. Pido perdón por hacerlo».
De momento, la esposa de Weiner ha decidido aceptar sus disculpas, pero sus correligionarios no parecen tan misericordiosos. Ningún colega de significación ha expresado apoyo. La líder demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, evitó reclamar lu dimisión, y se limitó a solicitar que la Comisión de Ética del Congreso examine el asunto para determinar si se vulneraron las normativas. «Estoy profundamente decepcionada y entristecida por la situacón», señaló.
Malestar en el partido El reglamento del Congreso establece que sus miembros deben mantener una conducta que «en todo momento refleje la credibilidad de la Cámara». Aunque esa formulación es demasiado genérica y Weiner solo se vería obligado a dimitir si hay quebranto de estipulaciones más específicas sobre uso inapropiado de medios públicos. Él asegura que esos contactos fueron mantenidos desde fuera del Congreso.
El malestar de los demócratas con Weiner es notable ante la posibilidad de que éste mantenga su puesto y quiera renovarlo por séptima vez en noviembre de 2012. En esas elecciones, paralelas a las presidenciales, en las que los republicanos intentarán continuar su avance en la Cámara de Representantes, la figura de Weiner puede ser utilizada nacionalmente en la campaña contra los demócratas.
Las comprometidas fotos de Weiner comenzaron a aparecer en el blog del activista conservador Andrew Breitbart, quien no ha dejado de acorralar al congresista neoyorquino con imágenes que éste envió a través de internet. Breitbart no ha explicado cómo ha logrado obtener ese contenido.
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