Roban dos fuentes radiactivas en Pozuelo

«Las fuentes radiactivas robadas no entrañan riesgos si permanecen íntegras y cerradas. Solo hay peligro para los ciudadanos si se abren o destruyen cuando dejan de estar protegidas», así lo aseguró ayer el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en relación a las dos fuentes radiactivas autorizadas de baja intensidad sustraídas de una empresa de Aplicaciones Tecnológicas de Pozuelo de Alarcón el pasado domingo.

No obstante, el CSN aconsej a cualquier persona que localice la caja, señalizada con un trébol y la leyenda: radiactivo, que evite su manipulación y avise inmediatamente a las autoridades, al 091 o al 112. En este sentido, cabe recordar que no es la primera vez que se sustrae material de este tipo en nuestro país y nunca ha ocurrido nada.

La compañía denunció lo ocurrido a la Policía el domingo, cuando fue descubierto, y comunicó el incidente al CSN ayer por la mañana. Éste, en un comunicado, quiso lanzar un mensaje tranquilizador, al igual que los afectados. «No existe problema alguno en caso de manipulación de las cajas, dado que contienen una cantidad muy pequeña de radiactividad y además están muy bien protegidas», explicó José María Rodríguez, gerente de Aplicaciones Tecnológicas.

Dichas fuentes son, básicamente, «de chequeo» y se utilizan para comprobar equipos de radiación, por lo tanto, «no radian», aseguró. Con todo, el hecho de que no estén totalmente exentas —son de baja intensidad— obliga a informar al CSN de su existencia o cualquier incidencia.Cuando fueron sustraídas se encontraban en el interior de su correspondiente embalaje en una caja fuerte. No obstante no fue solo una las cajas robadas, sino tres, tal y como corroboraron en la empresa.

En una de ellas había documentación diversa y escrituras y en la otra talonarios, claves de cuentas bancarias y dinero en efectivo, según ha podido saber ABC. La cantidad podría rondar los 10.000 euros.

Los delincuentes que forzaron la verja de entrada a la entidad fueron directos a su objetivo: abrieron la caja fuerte y arramplaron con todo su contenido, incluso con el material radiactivo. Por todo ello, la dirección de la empresa sospecha que los autores del robo conocían las instalaciones porque no se llevaron nada más que el contenido en la caja fuerte.

Fueron unos empleados quienes se percataron de que algo no iba bien cuando, el domingo por la tarde intentaron abrir la verja de entrada y comprobaron que no podían, ya que la cerradura había sido forzada. Por ello, tuvieron que llamar a un cerrajero. Después, temiéndose lo peor, accedieron al interior de la compañía y pudieron verificar que salvo las cajas fuertes todo estaba en orden.

La empresa de Aplicaciones Tecnológicas lleva diez años instalada en Pozuelode Alarcón y no cuenta con medidas especiales de seguridad «ya que no hay riesgo de radiación», concluyó Rodríguez.