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La UE levanta la alerta de los pepinos españoles

Bruselas elude pronunciarse sobre las ayudas para los afectados y pide a Alemania que redoble esfuerzos para localizar la fuente de contaminación

La UE levanta la alerta de los pepinos españoles

M. NÚÑEZ/R. VILLAPADIERNA

El día después de que Alemania confirmara que los pepinos españoles no son portadores de la variante letal de la bacteria E. coli, y de que hicieran lo propio las autoridades españolas, el Ejecutivo comunitario levantó la alerta alimentaria decretada el jueves en toda la Unión Europea por los pepinos españoles. Finalmente el Ejecutivo comunitario ha concluido que «los vegetales españoles no son responsables de tener el serotipo O104 de la bacteria E.coli que afecta a los humanos».

Una vez dicho ésto, sin embargo, Bruselas insta a todos los países a redoblar los esfuerzos para detectar el foco de la contaminación, y sobre todo a Alemania, país en el que se ha detectado el foco.

El comisario europeo de Salud y Protección de los Consumidores, John Dalli, y al contrario de lo que se podría haber esperado, como por ejemplo que saliera ayer en público con un pepino en la mano, o incluso que probara un bocado delante las cámaras, Dalli hizo una declaración llena de prevenciones, hasta el punto de que se negó a contestar si era o no seguro comer pepinos. Además el comisario explicó que la cuestión de las indemnizaciones está aún por estudiar y que, en todo caso, aún no ha recibido ninguna petición por parte del Ejecutivo español, que es el interlocutor en lugar de los propios agricultores que han sufrido las pérdidas.

El comisario ha evitado en todo momento criticar la actuación de las autoridades alemanas, dado que se trata de uno de los países con más poder en el Ejecutivo comunitario, y simplemente le ha pedido que intensifique los esfuerzos para encontrar el origen de la contaminación que está localizada en la región germana de Hamburgo.

El Gobierno español habló ayer por primera vez de indemnizaciones. Primero fue el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba y después el ministro de Justicia, Francisco Caamaño. El titular de Justicia anunció que la Abogacía del Estado está estudiando toda las acciones legales disponibles para pedir indemnizaciones por los «perjuicios» generados en el sector hortofrutícola español. Dijo que parece, «evidente» que se ha desatado «una alerta sin fundamento» y quien lo ha puesto en marcha tiene que asumir responsabilidades».

De momento, un empresario español ya ha anunciado que emprenderá acciones legales de forma unilateral. Miguel Cazorla, propietario de uno de los invernaderos señalados por Alemania como posible foco de la contaminación, se querellará contra la senadora de Salud de Hamburgo, Cornelia Prüfer. Cazorla dice que «no es bastante» que esta senadora «pida disculpas», porque «no hay forma de resarcir el daño».

«No hubo alarmismo»

Las autoridades germanas rehuyen toda crítica y reiteran que han hecho lo correcto al alertar contra los pepinos y hortalizas españoles. Si el gobierno federal ha dejado la cuestión en manos regionales, ahora la ministra federal se niega a reconocer alarmismo y se reafirma en la alerta.

La responsable de Salud de la ciudad de Hamburgo insiste en que no hubo alarmismo: «No alertamos demasiado pronto», se ha defendido la socialdemócrata Cornelia Prüfer-Storcks. Insiste en que «aquellos pepinos debían ser retirados del mercado» y asegura haber enviado incluso un mensaje a la ministra de Agricultura española, Rosa Aguilar. «Si siguen produciéndose pepinos afectados por la bacteria», insiste, «tendrá que intervenir el Estado español» para aconsejar incluso que «si yo fuese la ministra española, me ocuparía de saber cómo llegó el agente patógeno».

La ministra federal de Alimentación, Agricultura y Protección de los Consumidores, Ilse Aigner, también defiende la política informativa alemana: «Sí se hallaron agentes patógenos en pepinos españoles. Había que lanzar una alarma rápida, en cumplimiento de las normativas europeas», ha dicho a la televisión pública, subrayando frente a las peticiones de disculpas e indeminización que las autoridades sanitarias de Hamburgo «actuaron realmente bien».

Sin noticia del foco

En Alemania las noticias son aún preocupantes. Con más de 1.500 afectados y 16 fallecidos, aún no se conoce el origen de la infección. En Hamburgo, aparentemente el centro de la epidemia, las autoridades sanitarias continúan con la toma de muestras en restaurantes, mercados y tiendas para intentar detectar el foco de la bacteria. Además las autoridades sanitarias de la ciudad han hecho una petición pública de sangre dado el aumento del número de afectados que sufren hemorragia intestinal.

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