Elorza abandona su cargo entre duras críticas a la dirección del PSE

«Como ya estoy fuera hago lo que me da la gana. Ya no hay que chupar el culo a nadie». Con tono despectivo y visiblemente molesto, el alcalde en funciones de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, se despidió ayer del último pleno celebrado en el consistorio donostiarra tras veinte años de mandato y después de salir derrotado por las urnas. Conocido verso suelto del PSE —nunca ocultó sus críticas al pacto con el PP que sostiene el Gobierno de Patxi López y ha sido uno de los grandes defensores de la legalización de Batasuna—, Elorza se ha visto forzado a renunciar a su acta de concejal por la dirección de su partido, que ayer designó a su sustituto, Ernesto Gasco. Pese a que en su despedida oficial el hasta ahora alcalde aseguró que su retirada es fruto de una «decisión libre y voluntaria», las cámaras recogieron su profundo malestar en unas declaraciones informales a los periodistas, que suponen un dardo envenenado contra la cúpula del socialismo vasco.

Con este cambio de cromo, en filas socialistas aún confían en obtener el apoyo del PP, pero sobre todo del PNV, necesario para arrebatar la alcaldía de San Sebastián a Bildu, que fue la lista más votada.