El PSOE se rebela contra Zapatero por empeñarse en convocar primarias

GABRIEL SANZ

25/05/2011
Actualizado a las 10:33h.

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El sector del PSOE que quiere dar carpetazo al «zapaterismo» hasta en las formas dio ayer un sonoro golpe de mano contra Zapatero. Los dos barones que quedan con poder territorial, el vasco Patxi López y el extremeño Guillermo Fernández Vara, pedirán formalmente el sábado que el Comité Federal convoque un congreso extraordinario del partido para evitar así elegir al sucesor en unas primarias. El extremeño Juan Carlos Rodríguez Ibarra y los socialistas valencianos, empezando por su ex secretario general Joan Lerma y siguiendo por su actual líder, Jorge Alarte, les secundarán.

Patxi López, en nombre de toda la Ejecutiva del PSE, argumentó desde Bilbao: «La respuesta a lo sucedido este domingo no puede consistir sólo en unas primarias sin proyecto». Y Vara, desde Mérida, apostilló: «No es lo mismo estar debatiendo durante un fin de semana en un congreso que ir por las plazas y casas del pueblo de España debatiendo entre nosotros (en referencia a las primarias) en un momento en el que España necesita que se siga trabajando para resolver los problemas».

Los barones que apoyan a Carme Chacón, como José Antonio Griñán, Tomás Gómez o José María Barreda, se resisten a un congreso ya que temen que sea la excusa para pasarles factura por la derrota del 22-M. Una cita como esa va precedida de «congresillos» de cada federación para elegir delegados y ahí se mide la correlación de fuerzas. De hecho, ayer ya surgieron voces que piden la dimisión de Tomás Gómez por el desastre electoral en Madrid. El PSC tampoco quiere ese congreso, pero por razones distintas. Tiene que afrontar en otoño uno propio que decidirá el relevo de José Montilla, en un clima de desolación tras la pérdida no solo de la Generalitat, sino también de Barcelona y buena parte del «cinturón rojo» de la Ciudad Condal. Sólo les queda Lérida.

Así las cosas, si el Comité Federal convoca ese congreso extraordinario —lo que se da como probable— dimitirá la actual Ejecutiva Federal, incluido Rodríguez Zapatero como secretario general; se fijaría fecha, en un plazo no superior a 40 días; y se elegiría a la gestora encargada de organizarlo. Anoche había voces en el partido que no descartan que sea el propio Zapatero quien se adelante y dimita el sábado, lo cual tendría efectos similares porque obliga a dimitir a toda su Ejecutiva.

Precisamente, ese es el escenario que busca Alfredo Pérez Rubalcaba; plantear la batalla de liderazgo a Chacón no en unas primarias, sino en un congreso. El vicepresidente primero cree tener de su lado a la mayoría de las federaciones y a una parte del «aparato» de Ferraz, que anoche daba muestras de división. Así, la portavoz del Comité Electoral, Elena Valenciano, admitía que la convocatoria de un congreso extraordinario es «una posibilidad» y que quien lo ha propuesto formalmente, Patxi López, «no es cualquier persona». Sin embargo, el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, que tiene hilo directo con Zapatero, defendía el proceso de primarias porque es «lo que marcan los estatutos». A diferencia de Valenciano, Iglesias cree que la propuesta de López es una «opinión personal». El vicesecretario general, José Blanco, no habló, pero fuentes próximas a él aseguran a ABC que «en el orden del día del Comité Federal se mantienen las primarias».

También en contra de ese proceso se pronunciaron los ex presidentes de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, y de la Comunidad Valenciana, Joan Lerma, y hasta Alfonso Guerra y Txiki Benegas, quienes, al contrario de lo que ocurre con las primarias, sí apoyan convocar un congreso extraordinario. Ibarra comentó en la Ser: «No es bueno que aceptemos la decisión de nuestro secretario general. Lo menos indicado ahora son unas primarias. Significaría desconocer lo que está pasando y asumir que dos personas nos digan lo que tenemos que hacer en el partido. Hay que hacer un Congreso y salir del atolladero de la mejor manera posible».

Este «golpe de mano» contra Zapatero sorpredió a Chacón con el pie cambiado. A la mnistra de Defensa no le gustaba la deriva de los acontecimientos —salió el lunes de la reunión de la Ejecutiva con cara de pocos amigos—, en la medida en que percibe que la decisión de Zapatero de dar a conocer este sábado un calendario de primarias para el verano perjudica sus aspiraciones. Considera que el estado de «shock» en que se encuentran los 225.000 militantes socialistas tras la hecatombe del 22-M, es el peor escenario para enfrentarse a Rubalcaba. Si el Comité Federal del sábado cambia las primarias por un congreso, ella quedará en inferioridad de condiciones respecto a su rival porque el clima interno es favorable al pacto. Ella, como Rubalcaba, no tiene intención de hablar del asunto hasta el domingo, pero el «golpe» de ayer le va a obligar a cambiar de estrategia frente al vicepresidente.

En este sentido, partidarios de la ministra aseguran que ella está recibiendo «presiones tremendas» para que no se presente a las primarias y se preguntan «por qué hay tanto miedo» a que se celebren, informa Ep. La ministra y quienes la apoyan creen que la maniobra del Congreso extraordinario no es más que un último intento de impedir como sea que los 225.000 militantes del PSOE elijan al sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero.

Otras fuentes territoriales afines a Carme Chacón aseguraron a ABC que si después de las movilizaciones del 15-M, en las que la izquierda ha protestado contra una forma de hacer política, el PSOE responde con un «dedazo» a favor de Rubalcaba, seguro que tiene perdidas las próximas elecciones generales. Estas fuentes resaltan el hecho de que un millón de españoles «que no votan al PP» han votado en blanco o nulo hastiados de lo que están viendo, «y ahora van a recibir un mensaje nefasto por nuestra parte».

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