Las labores de limpieza de los alrededores del santuario de Nuestra Señora de los Remedios en Aguilar de la Frontera han comenzado a escasos días de la celebración de la romería. Hay que recordar que el paraje sufrió contínuas inundaciones durante todo el invierno. La más grave fue el pasado 16 de agosto cuando el río Cabra, que pasa por el lugar, se desbordó y alcanzó más de un metro de altura en el interior de la ermita.
Además, la fuerza del agua derribó un buen número de casas de las hermandades que se dan cita allí cada mes de junio en la populosa romería de la Virgen. La situación fue tan caótica que se llegó a dudar sobre la celebración con normalidad de la romería en esta edición de 2011.
La limpieza consistirá en la retirada de la gran cantidad de barro acumulado en la explanada así como en el derribo de todas las casas que quedaron semiderruidas. En su lugar se situarán este año carpas portátiles que permitan la estancia de los romeros. Además de la tormenta de agosto el santuario se vió afectado por sucesivas riadas en septiembre y diciembre, lo que ha hecho casi imposible actuar durante estos meses.