Tra la tromba de agua caídas el miércoles, que dejaron hasta 183 litros por metro cuadrado en Cañete de las Torres y 100 litros en Villa del Río, y que se cobró la vida de Carmen, una mujer de 85 años vecina de Cañete, la jornada de ayer sirvió para hacer balance de los daños e iniciar las labores urgentes de reparación. Ese fue el cometido de la reunión del comité asesor del Plan de Emergencias Provincial, que se celebró ayer en el salón de Plenos del Consistorio cañetero. En este municipio la lluvia afectó a unas 300 viviendas, des las que, 150 familias tuvieron que ser realojadas tras los daños en sus hogares creados por el agua. El desbordamiento del arroyo Guiomar hizo que el caudal del agua arrastrara un total de 35 vehículos, así como que se llevara por delante a la mujer fallecida y a su esposo al quedar su casa anegada. Tras la tromba las calles quedaron llenas de lodo y sin suministro eléctrico ni agua en algunos puntos determinados.
En la limpieza de las viviendas y el casco urbano se afanaron los bomberos del dispotivo formado por 13 efectivos y cinco vehículos de Baena y Montilla para actuar en Cañete y cuatro vehículos y 12 efectivos del parque de bomberos de Montoro para hacer lo mismo en Villa del Río. Además, la Empresa Provincial de Aguas de la Diputación (Emproacsa) puso a disposición de los municipios afectados cinco camiones para la extracción de agua de los sótanos.
El comité asesor, al que asistieron el subdelegado del Gobierno, Jesús María Ruiz; la delegada del Gobierno de la Junta, Isabel Ambrosio; el presidente de la Diputación, Francisco Pulido; el delegado de Medio Ambiente, Luis Rey; el delegado de Obras Públicas, Francisco García y el resto de ediles de la Corporación cañetera, también analizó la situación en Villa del Río. El alcalde de este municipio, Bartolomé Ramírez, trasladó la preocupación de los 40 empresarios afectados, instalados en los polígonos industriales La Vega y La Estrella, donde el arroyo El Cañetejo y El Salado, respectivamente, arrasaron varias naves, ya que el agua alcanzó los 70 centímetros de altura.
También destacó, la situación de, «las 60 familias que han perdido su primera vivienda», ubicada en la zona residencial Huertos Familiares, y que tuvieron que ser acomodadas entre sus familiares y un hostal del municipio. Además, el agua también inundó infraestructuras públicas como el campo de fútbol y la piscina municipal, así como zonas interiores del casco urbano.
Como medida de apoyo a los ciudadanos perjudicados «se ha constituido una mesa de recogida de incidencias», con sede en el Ayuntamiento, matizó Ramírez.
El alcalde recordó que llevan año y medio reclamando «la canalización del arroyo El Cañetejo, pero la Agencia Andaluza del Agua parece no querer dar respuesta». Ahora, tras los hechos, los dirigentes villarrenses se mostraron «contrariados porque de haber estado canalizado el arroyo los daños hubieran sido mucho menores».
Las Corporaciones de los dos municipios afectados celebraron ayer plenos extraordinarios para solicitar al Gobierno la declaración como zona catastrófica y ayudas extraordinarias por los daños.
Además, en Cañete de las Torres, se declaró ayer un día de luto oficial en el municipio —hoy viernes—, en honor a la única víctima que ha provocado la riada. La fallecida recibió ayer sagrada sepultura en el cementerio de San Rafael de Cañete de las Torres.
