El PSOE se pone la venda ante los sondeos que le auguran la debacle
Pronostica que el 22-M se debatirá entre la «izquierda social» de Louro y la «sectaria» del nacionalismo
Antón Louro, visiblemente nervioso, no dejaba ayer títere con cabeza. Las principales críticas las dirigía a su socio de gobierno, al BNG, manteniendo la estrategia iniciada con el anuncio de su candidatura de desmarcarse de un grupo político al que consideró «sectario y autocomplaciente». Si bien el centro de su discurso lo marcó una llamada a la incredulidad de las encuestas que, coincidiendo con el ecuador de la campaña electoral, saldrán publicadas este fin de semana y auguran debacle en el grueso de las ciudades. «No creáis en unos sondeos manipulados en base a los intereses, nosotros tenemos los nuestros; y ganamos en Pontevedra». En estos términos se dirigía a los asistentes del Teatro Principal de Pontevedra el candidato del PSOE a la Alcaldía de Lérez, en un mitin en el que estuvo acompañado por el presidente del PSOE, Manuel Chaves, y el secretario general de los socialistas gallegos, Manuel Vázquez.
Convencido de que el 22-M se debatirá entre las izquierdas, llamó a la asistencia masiva a las urnas de cara a respaldar un programa electoral que poco difiere del presentado hace cuatro años, los mismos que han pasado sin que lo ejecutaran.
Por su parte, el líder socialista sumaba ayer a su «ruta del imputado», tras O Grove y Muxía, el Lérez, con un invitado estrella, el dirigente andaluz, que tampoco se libra de la polémica en forma de «EREgate» y los escándalos que rodean los negocios de sus hijos. «Pachi» se tomó la libertad, sin mencionar los contratos de obra pública que adjudicó como conselleiro de Medio Ambiente a la empresa que amplió su mansión de San Amaro, de referirse al aspirante popular Telmo Martín, en clave de «metros cúbicos de hormigón», exigiéndole que diga la verdad de «cómo va a vender Pontevedra». Flaco favor le hizo su apoyo al ex delegado del Gobierno en Galicia, Antón Louro, forzado a resignarse en una plaza donde no tiene opción alguna, a la vista de las mismas encuestas sobre las que los socialistas prefieren vendarse los ojos.
Por su parte, el vicepresidente tercero del Gobierno no se amilanó y acusó al PP de «intentar ganar las elecciones municipales a costa de lo que sea y traspasando todas las rayas rojas de la lealtad». A su juicio, los populares quieren convertir los próximos comicios en «una especie de plebiscito» de las generales y sus dirigentes «lo utilizan todo; hasta la lucha contra el terrorismo en campaña».
Balones fuera, aseguró que la crisis mundial es el legado de «la aplicación de los modelos económicos de la derecha, basados en la codicia y en la especulación», y advirtió que «no es lo mismo una salida de la crisis por la derecha que por la izquierda». «Lo tengo que decir muy claramente: no hay ningún otros partido en el mundo democrático con comportamiento tan oportunista, irresponsable y antipatriótico» como el PP, sentenció el dirigente socialista.
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