Camps amplía su mayoría absoluta y el PSOE tendrá con Alarte su peor resultado

La tercera fuerza que obtendrá representación parlamentaria sería Izquierda Unida (IU). Encabezada por Marga Sanz, la formación puede ganar hasta dos escaños adicionales respecto a los tres que logró en 2007.

La coalición Compromís —integrada por Bloc e Iniciativa del Poble Valencià— quedará fuera del Parlamento regional al perder sus cuatros escaños actuales.

Por porcentaje de votos, el PPCV se mantiene por encima del cincuenta por ciento (52,6%), lo que supone un ligero retroceso de 0,7 décimas sobre el respaldo electoral obtenido en 2007. Se trata del segundo mejor resultado en intención de voto del PP en la región —sólo superado por el propio Camps hace cuatro años— y de la cifra más alta de escaños obtenida nunca por cualquier partido en la historia de las Cortes autonómicas.

En el ala socialista, Alarte no logra eco entre los encuestados para un discurso monográfico ceñidodurante toda la legislatura a la denuncia de la supuesta corrupción: el 30,1% de los votos obtenidos por el PSPV supone un descenso de cinco puntos respecto al porcentaje de sufragios logrado por su predecesor, Joan Ignasi Pla, en las anteriores elecciones autonómicas.

La fidelidad de voto constituye un indicio muy fiable de la solidez del proyecto del PP en la Comunidad Valenciana. Así, esta formación mantiene el voto del 91,8% de sus antiguos electores mientras que en el caso del PSPV la fidelidad de sus votantes desciende hasta el 88,4%. De hecho, un 4,2% de los votantes socialistas de 2007 declaran su intención de optar por el PP el próximo 22 de mayo.

El porcentaje de votos del PSOE reflejado en el sondeo empeora con creces el resultado más pobre de los obtenidos hasta ahora por los socialistas: el 34,3% de las elecciones de 1995, cuando se abrió la etapa de gobiernos del PP en la Comunidad Valenciana, ininterrumpida hasta hoy.

IU alcanzará el 6% de respaldo autonómico —el más bajo de su historia—, una cifra que no obstante le permite formar grupo parlamentario, pero que no refleja una recogida efectiva del voto de los descontentos con la gestión de la crisis, aunque sí un cierto trasvase de papeletas procedentes del PSOE (3,2%).

Por provincias, el mayor incremento del PP respecto a 2007 se producirá en Castellón, donde los populares sumarán dos a los doce escaños actuales. En Valencia, el PP ganará entre uno y dos diputados sobre los 23 logrados en 2007, mientras que en Alicante las posibilidades de mejora se sitúan igualmente entre uno o dos diputados por encima de los 19 actuales.

Queda así patente el nulo efecto que han tenido el «caso Brugal», en Alicante, o los ataques dirigidos desde las filas del PSOE al presidente del PP de Castellón, Carlos Fabra, a cuenta de la situación procesal de éste.

El PSPV pierde representación en la provincia de Valencia, donde obtuvo 14 diputados hace cuatro años, y retrocede ahora entre uno y dos escaños. Idéntica situación se produce en la provincia de Alicante, donde los socialistas retendrían doce o trece de los catorce escaños actuales. Sólo en Castellón el PSOE mantendrá los mismos diputados autonómicos, 10, que lograron en 2007. La pérdida de escaños del PSOE apuntada en la encuesta situará a Alarte en apuros con vistas a mantener su continuidad al frente de la formación, condicionada por Ferraz a mejorar, siquiera ligeramente, los resultados socialistas de hace cuatro años.

Los votos perdidos por el PSOE en Valencia contribuirán a que IU sume uno o dos diputados al único escaño con que cuenta en la provincia. En Castellón, esta formación política pierde a su único representante, mientras que en Alicante, donde también cuenta con un solo escaño, tiene posibilidades de obtener un segundo diputado. IU superará así la ruptura de su alianza en 2007 con Bloc e Iniciativa. Precisamente estos dos partidos, que vuelven a presentarse en coalición bajo la marca Compromís, quedarán lejos de formar grupo parlamentario y perderán sus cuatro escaños actuales: uno en Alicante, otro en Castellón y dos en Valencia.