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La banca reabre el grifo del crédito, pero sólo para el sector público

Los préstamos a las administraciones públicas se disparan un 17,5% y se estancan para familias y pymesLa reforma del mapa bancario y el contexto económico auguran que la financiación será aún más costosa

La banca reabre el grifo del crédito, pero sólo para el sector público EFE

MONCHO VELOSO

No es habitual que un banquero hable alto y claro. «Dejémonos de historias, la banca todavía no da créditos porque no hay una demanda seria y solvente», espetó en julio de 2010 Alfredo Sáenz. Un periodista le había preguntado: «Si el Santander no da créditos, ¿quién los va a dar?». Y de las palabras del «número dos» de la entidad presidida por Emilio Botín se intuyó una respuesta tibia y contundente: por ahora, nadie. Nueve meses han pasado desde aquella anécdota y a día de hoy el grifo continúa cerrado. Pero no para todos. Mientras la financiación a empresas y familias crece un tímido 0,4%, los préstamos al sector público se han disparado un 17,5%, según los últimos datos del Banco de España, correspondientes al mes de febrero.

El importe de los préstamos concedidos por bancos, cajas y cooperativas de crédito a las empresas ascendió en febrero a 1,3 billones de euros, sólo un 1,1% más que en febrero de 2010. Por su parte, los créditos a los hogares supusieron 890.514 millones, un 0,5% menos que hace un año, según el boletín económico del mes de marzo del Banco de España.

Mientras, las administraciones públicas —Estado, autonomías, ayuntamientos y empresas públicas— recibieron 80.737 millones de euros, casi el 20% más. «En España solo parece haber dinero para financiar el déficit público», lamenta Juan José Güemes, presidente del Centro Internacional de Gestión Emprendedora de IE Business School.

Durante los años de bonanza el dinero fácil corrió como el vino en una romería de verano. «Hemos sido menos prudentes de lo que deberíamos», reconoció a principios de este mes Ignacio Sánchez-Asiaín, director general de negocio de BBK, durante el XVIII Encuentro del Sector Financiero organizado por ABC. En ese tiempo, el endeudamiento del sector privado fue tal que ahora se sitúa en el 170% del Producto Interior Bruto (PIB), mientras que el del sector público alcanza el 62%. Ahora hay que desapalancarse. «Hay que ir hacia atrás, volver a las raíces», propuso Sánchez-Asiaín a sus colegas del sector de las cajas de ahorros en el citado foro.

Más trabas a la vista

Pero que el grifo se haya cerrado para hogares y empresas no significa que no haya demanda desde estos sectores. Así lo asegura el Banco Central Europeo en su boletín mensual de abril, publicado la pasada semana, en el que insta a las entidades financieras a dar créditos al sector privado. Y que para ello, si es necesario, dejen de distribuir beneficios y que «aprovechen plenamente las medidas gubernamentales adoptadas para favorecer la recapitalización», recomienda el regulador.

Es habitual que el Gobierno de Rodríguez Zapatero recuerde a bancos y cajas que la reforma del mapa bancario español tiene como fin reestablecer el flujo de la financiación para que la recuperación económica sea posible. Las autoridades, al hablar de Basilea III —las nuevas normas internacionales de solvencia para la banca— lo hacen en esa misma línea. «No va a mejorar las cosas y la financiación de los emprendedores y de las empresas de menor dimensión será más difícil. Parece como si las autoridades regulatorias hubieran olvidado para qué sirven las entidades financieras. Su solidez y solvencia son un medio, no un fin», critica Güemes.

«La regulación va a afectar al negocio minorista, que no fue culpable de la crisis», avisó Rodrigo Rato, presidente de Bankia. Los analistas temen que el proceso de recapitalización y reestructuración en el que está inmersa la banca española restringa aún más el crédito. «Es que van a tener que hacer un mayor acopio de capital para cumplir con las nuevas exigencias y tendrán que asumir menos riesgos», explica José María Martínez, secretario general de la Federación de Servicios Financieros y Administrativos de CC.OO. De hecho, la reforma del sistema financiero español aún no ha terminado. «Las fusiones tampoco están aportando claridad en cuanto a la estrategia de fluidez del crédito», dice Sara Baliña, de Analistas Financieros Internacionales (Afi).

Guerra del pasivo

Por si fuese poco, bancos y cajas continúan enzarzados en su guerra por el pasivo, ofreciendo «superdepósitos» con rentabilidades de hasta el 4,5%. Esa batalla, advirtió el director general de La Caixa, Juan María Nin, aumentará el coste de financiación de los clientes.

«Todo eso tiene mucho que ver, pero lo determinante será el escenario macroeconómico», apunta José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi España. Ese contexto no es muy prometedor, con previsiones de débil crecimiento económico y la tasa de desempleo aún en máximos. Por si fuese poco, el BCE decidió este mes subir los tipos de interés para la eurozona al 1,25%, tras dos años en su mínimo histórico del 1%. Así, la financiación se encarece todavía más.

A la espera de que efectivamente la financiación vuelva a fluir hacia la economía real, José Luis Aguirre, director general de Ibercaja, aprovechó el foro financiero de ABC para lanzar un aviso a navegantes: «El crédito será un bien escaso y más costoso».

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