Hazte premium Hazte premium

Robert Redford: «Me criaron con una ética en la que el ego no importa»

El pasado viernes se estrenaba en Estados Unidos «The conspirator», su nueva película, sobre la conspiración en torno al asesinato de Lincoln

Robert Redford: «Me criaron con una ética en la que el ego no importa»

FABIÁN W. WAINTAL

Robert Redford es una leyenda viva, parte de la mejor historia del cine. Y el solo hecho de entrevistarlo justifica viajar especialmente hasta Toronto, Canadá, donde exhibió por primera vez su nueva película, «The Conspirator», estrenada el pasado viernes en los Estados Unidos.

Esta vez, Redford no se ha puesto delante de las cámaras, ha preferido ocuparse, que no es poco, por supuesto, de los papeles de director y productor para contar su propia versión sobre la supuesta conspiración que hubo detrás del asesinato de Abraham Lincoln. Y de la misma forma que Robert Redford se dedica a revivir aquellos hechos históricos, nosotros tratamos de verificar las historias que hoy se publican sobre él... con él mismo.

—¿Es verdad que alguna vez dijo: «Como director, a mí no me apreciaría demasiado como actor y como actor, yo no me apreciaría demasiado como director»?

—Me parece una frase genial, pero yo no lo dije.

—¿No es cierto?

—Insisto, yo no lo dije y no sé de dónde habrá salido. No sé donde habré estado en ese momento, pero debe haber alguna prueba que verifique que yo estaba en otro lado, estoy completamente seguro. No creo que yo lo haya dicho jamás. No tiene ningún tipo de sentido. Me parece una auténtica locura.

—¿Y tampoco se atrevería a decirlo hoy en día?

—No, claro que no.

—Veamos otra frase publicada en Internet donde aseguran que usted dijo en una ocasión: «Hay una gran diferencia entre la forma en la que me veo por fuera y la forma en que me siento por dentro» .

—No, tampoco he pronunciado jamás esas palabras. ¿De dónde saca todo esto?

—Las dos frases figuran textualmente en el sitio de Internet más prestigioso del cine: Internet Movie Database, en imdb.com

—Hay que tener cuidado... No se crea todo lo que lee.

—¿Me va a decir que no es usted un tipo tan solitario como dicen?

—Es un rumor que llevo sobre los hombros desde que me mudé a Utah. Como todos seguían viviendo en Hollywood, yo era el solitario. Pero no lo soy, me encanta estar rodeado de personas y amigos. Sí es cierto que luché por cuidar mi vida privada durante mucho tiempo. privacidad por mucho tiempo. Pero todo es más fácil desde que he aceptado que en esta profesión la atracción por tu vida personal forma parte del juego.

—Y en cuanto a la atracción física, ¿al mirarse al espejo, entiende a los millones de mujeres que han soñado con usted?

—Si algo aprendí de mi familia fue evitar todo los halagos en primera persona. Me criaron con cierta ética, en la que el narcisismo y el ego nunca fueron bienvenidos.

—¿Supongo que sí le agradan los elogios en tercera persona, cuando vienen de otras mujeres?

—Hoy, con la edad que tengo, puedo decirle que sí que verdaderamente me halaga. Y si el placer es mutuo, pues mucho mejor todavía. Pero no era así hace veinte o ni siquiera diez años atrás. Supongo que el cambio tiene que ver con la madurez y el hecho de poder celebrar lo que significó para la gente, en vez de tratar de negarlo o pedir perdón por caerle bien a alguien.

—¿Qué le ha llevado a filmar hoy una historia como el asesinato de Abraham Lincoln?

—Más o menos, la historia del crimen es conocida, pero del tema de la supuesta conspiración poca gente está al corriente. Es una cuestión para debatir, pero yo quise mostrar el problema que surge cuando el interés nacional, en este caso el de encontrar un culpable, se vuelve un interés especial y la moral termina distorsionándose.

Lo que intenta revivir Robert Redford en el filme es qué hay de verdad en el caso de la única mujer que fue acusada de esta conspiración. Una mujer que con el país entero en su contra solo pudo confiar en su abogado para salvarle la vida, porque de loque trataba ella era de proteger a su hijo, que sí era uno de los conspiradores. Ella fue usada como un señuelo para atraparlo.

Robert Redford ha conseguido un reparto de excepción, con actores como Justin Long (el novio de Drew Barrymore); James McAvoy, Kevin Kline, y el papel principalísimo de Robin Wright.

—No debe haber ningún actor en Hollywood que se niegue a trabajar con usted ¿Por qué se decidió por Robin Wright para el papel estelar de la conspiradora?

—Siempre quise a Robin, como protagonista, desde el principio. También a James McAvoy. Fueron mis primeras opciones y yo mismo los llamé y vinieron. A ellos les interesaba y a mí también.

—También ha sido el productor de la película. ¿Eso facilita o complica su trabajo como director?

—Teníamos un presupuesto muy bajo, por lo tanto los horarios de rodaje estaban muy ajustados y por eso necesitaba trabajar con actores lo suficientemente buenos como para responder en los momentos emotivos importantes. No puedo estar más satisfecho con el excelente trabajo que hicieron.

—¿Cómo evita que sus propias ideas políticas se interpongan con la verdadera historia del asesinato de Lincoln?

—Notuve que hacer nada, son hechos históricos. El público se encargará de sacar sus propias conclusiones. Para mí, lo importante era esa persona acusada de la conspiración. A lo mejor, en otras películas anteriores, pude haber forzado algún punto, politicamente hablando. Pero esta vez no fue necesario.

—¿Cree que hay muchos paralelismos entre aquella época y la actual?

—Esa es otra razón por la cual quería hacer esta película.... Los paralelismos son obvios. Pero esa no es la historia que queríamos contar. Será cuestión de ver si los críticos o el público descubren esos paralelismos.

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación