El fiasco del Programa AGUA
La desalación sólo ha aportado 42 hectómetros tras la derogación del Ebro
Sólo la lluvia llegada con el final del ciclo seco que alcanzó su apogeo en 2005 ha dejado agua en la Comunidad en los últimos años. La política hídrica de Zapatero, fundamentada en el antitrasvasismo y la desalación masiva, ha resultado un fiasco: de las ocho plantas desaladoras proyectadas en 2004 para suplir el trasvase, solo una ha entrado en funcionamiento. Junto a la que ya existía (Alicante I, inaugurada por el PP), Alicante II ha aportado 42 de los 400 hectómetros cúbicos prometidos.
Tras de sí, la era Zapatero deja la fractura autonómica en materia de agua, y millones de euros invertidos sin una aportación visible: las desaladoras están a medio construir o simplemente proyectadas, y el trasvase Júcar-Vinalopó no satisface a sus potenciales beneficiarios.
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