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El Gobierno intenta forzar la tregua en la guerra de los depósitos

Economía quiere que las entidades que más arriesguen aporten más al Fondo de Garantía

M. CUESTA, M. VELOSO

El Gobierno ha decidido poner barreras a la guerra de los depósitos que vive el secto financiero. El Ministerio de Economía ha elaborado un proyecto de real decreto para atajar una pugna por conseguir pasivo que ha levantado ampollas en buena parte de la banca. Y es que varias entidades consideran que aquellas que han recibido ayudas públicas están ejerciendo competencia desleal al ofrecer altas rentabilidades por sus depósitos. El texto —sometido a audiencia pública— propone que dupliquen las aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos aquellas entidades cuyos depósitos excedan unas determinadas rentabilidades que el Banco de España comunicará el día 5 de cada mes.

En concreto, el proyecto de ley especifica que los depósitos a un plazo igual o inferior a tres meses con una remuneración superior en más de 150 puntos básicos al Euribor medio de tres meses de interés anual, tendrán la citada penalización. En el caso de depósitos a plazos superiores, el límite es de 150 puntos básicos, pero sobre el Euribor medio a seis meses. Respecto a las cuentas a la vista, la remuneración pagada a los clientes no deberá superar en más de 100 puntos básicos al Euribor medio a un mes de interés anual si las entidades quieren esquivar los mayores pagos al Fondo de Garantía.

Fuentes del Ministerio de Economía explicaron a ABC que con esta normativa el Gobierno se adelanta a la directiva que se está ultimando en estos momentos en Bruselas y que pretende evitar los efectos perniciosos de las guerras del pasivo, especialmente en un momento como el actual en el que muchas entidades europeas han sido saneadas con dinero público. Pero además, con esta medida el supervisor bancario responde a las presiones de buena parte del sector financiero que habían denunciado los desequilibrios en la competencia que se estaban generando.

Lo cierto es que estas jugosas rentabilidades están mermando peligrosamente los márgenes de las entidades financieras, lo que a su vez dificulta y encarece el crédito, pilar fundamental para la recuperación.

«Pero en esa guerra entra quien quiere y con sus consecuencias. Comprar duros y venderlos a cuatro pesetas no es un buen negocio», advirtió ayer el presidente de la patronal de cajas, Isidro Fainé, durante la presentación de los resultados del sector en 2010, que desvelan que las cajas ganaron 3.403 millones de euros, un 22,9% menos que en 2009. La CECA describió estos planes del Ejecutivo de frenar la batalla por el pasivo como «una vía interesante», pero dio una vuelta de tuerca al concepto de guerra por los depósitos y la presentó como una oportunidad para «los jubilados, los que ahorran y buscan algo más de rentabilidad».

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