El gobierno canadiense permitirá la captura de 468.200 focas arpa, gris y encapuchada, la cuota más alta desde que la práctica empezara a regularse en 1971
Comienza la temporada de caza de focas en Canadá con un aumento de la cuota de 80.000 ejemplares con respecto al año 2010. Así, el gobierno canadiense permitirá la captura de 468.200 focas arpa, gris y encapuchada, la cuota más alta desde que la práctica empezara a regularse en 1971, según la organización Humane Society Internacional, que recuerda que la cifra excede, incluso, la de los años 50 y 60, cuando la caza excesiva redujo la población de foca arpa hasta en dos tercios.
«El gobierno de Harper ha declarado la guerra a las focas de Canadá», denuncia Rebecca Aldworth, directora ejecutiva de la organización animalista. «Las focas arpa son animales que dependen del hielo y se enfrentan a la devastadora pérdida de su hábitat a causa del cambio climático. Un gobierno responsable debería tomar medidas inmediatas para protegerlas, en lugar de alentar de manera imprudente una masacre comercial», comenta Aldworth.
Los Estados Unidos, el mayor socio comercial de Canadá, prohibió el comercio de productos procedentes de focas en 1972, y la Unión Europea, México y Croacia también han seguido recientemente el ejemplo.
Casi siete millones de focas arpa
A principios de año, China establecía relaciones comerciales con Canadá para el intercambio de petróleo y productos de foca. Ahora, el gigante asiático es el primer destinatario de la carne de este mamífero marino.
La explosiva actriz Pamela Anderson, fiel activista de PETA, ha pedido por carta al ministro chino de Tierra y Recursos, Xu Shaoshi, que le acompañe hasta Canadá para ser testigo de la «crueldad anual de tal matanza».
Puedes ver los vídeos que Humane Society Internacional ha elaborado sobre la materia.

El gobierno canadiense mantiene desde hace 350 años una práctica que considera vital para su economía, pues asegura el sustento de más de 6.000 pescadores del Atlántico Norte.
Veintiocho botes se encuentran localizados entre el golfo de St Lawrence y el norte de Newfoundland, según fuentes oficiales. Los mismos oficiales federales han confirmado que «la ausencia de una capa de hielo y la climatología adversa» podrían impedir que las embarcaciones permanecieran durante mucho tiempo en la zona. El año pasado 65.000 de los 330.000 ejemplares que el gobierno autorizó matar fueron víctimas del despelleje. Para 2011, la cuota permitida está en 400.000 individuos.
Se estima que la población de focas arpa del Atlántico Noroeste es de 6,9 millones, más del triple de la registrada en los años 70, informa Canadian Press.

