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La Misa de Réquiem de Mozart, «pórtico» de la Semana Santa

El concierto se celebrará el sábado, a las 20.00 horas, en la catedral primada

La Misa de Réquiem de Mozart, «pórtico» de la Semana Santa LUNA REVENGA

ABC

El programa de Semana Santa de la Catedral Primada de Toledo iniciará sus actos culturales el 16 de abril a las 20.00 horas con un concierto en el que 147 coristas del Conservatorio de Toledo, el Conservatorio de Cuenca, el coro de la Capilla de la Catedral de Cuenca, y la orquesta sinfónica de Cuenca, ofrecerán el Réquiem de Mózart. El acto correrá a cargo del director, Pedro Pablo Morante, y fue presentado en la Catedral de Toledo con la presencia del dean de la Catedral, Juan Sánchez, el vicealcalde y concejal de Cultura, Angel Felpeto, y el director general de Promoción Cultural de la Junta de Comunidades, Rafael de Lucas. Este concierto, que se celebró el pasado sábado en la Catedral de Cuenca, está patrocinado por la Fundación CCM, y la Junta de Cofradías, para unir la música, la cultura, y el culto en dos ciudades castellano-manchegas patrimonio de la ciudad.

Un DVD sobre el Greco

Por otro lado, el cabildo ha editado un DVD sobre «El Greco, el pintor de Dios, en la catedral de Toledo» en el que, con motivo del IV centenario de su muerte, repasa sus obras, su vida en esta ciudad y su relación con el templo, desde cuya sacristía mira al cielo un Cristo sereno, el de «El expolio».

El cortometraje, realizado por Martín Poyatos con guión del canónigo Antonio Hernández Sonseca, explica los 37 años que pasó Doménikos Theotokópoulos, El Greco, en la capital toledana a la que se trasladó desde su Creta natal y tras los años de aprendizaje que pasó en Venecia y Roma. El vídeo se detiene de manera especial en El Expolio que, entre dos columnas corintias y bajo los frescos del techo, de Lucas Jordán, preside la sacristía de la catedral primada. Es un cuadro que, según el canónigo Hernández, «le salió redondo», es la «perfección», en el que el Cristo, con su túnica roja, destaca entre una masa de hombres oscura y compacta.

Comparten sala en el templo los retratos de los apóstoles a los que El Greco dio forma con su paleta en la que sólo había cinco colores, pero que eran mezclados con total maestría. El canónigo comentó que un día le preguntaron cuál era la mejor obra del pintor cretense y él, meditando, respondió: «haber venido a Toledo».

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