El Lucena se ha puesto objetivo la Copa del Rey. Para eso, le basta con cumplir los teóricos pronósticos que le conducen vencer a los equipos que están por debajo de él en la clasificación de aquí a finales de mayo. Sin embargo, para formalizar esa simple cuenta debe hacer mucho, demasiado. Sin ir más lejos, debe enfrentarse con rivales que están jugándose la permanencia. Y, por ende, eso les hace ser mucho más peligrosos. Ahí está el ejemplo del Alcalá, que esta tarde le recibe en su particular campo de El Viso, puesto que el Francisco Bono sigue sin estar remodelado.
Aparentemente, jugar en un terreno estrecho y con un césped artificial de primera generación no sería ventajoso para los adversarios de los panaderos. Pero el Lucena, hasta hace pocas fechas, tenía que disputar sus encuentros en la Ciudad Deportiva, que se asemeja bastante. De ahí que Carrillo, a lo largo de la semana, dispusiera un par de entrenamientos en la instalación para que sus hombres se sientan más aclimatados, independientemente del castigo que les pueda propiciar el horario de pleno sol.
Hablando de castigos, el Lucena no ha digerido bien la derrota del pasado sábado ante el Real Jaén. Ha visto como varios jugadores terminaron con problemas. Hasta anoche, eran duda Sarmiento y Óscar Ventaja, dos hombres básicos en el centro del campo. Mientras que Michi, el segundo portero, sigue sin recuperarse de sus dolencias en el hombro. Como conclusión, el canterano Jorge volverá a sentarse en el banquillo.
En cuanto al Alcalá, no es una visita placentera para el Lucena. El cuadro sevillano ha encadenado su mejor racha de toda la temporada. Como muestra, casi dobla el total de puntos que sumó durante la primera vuelta y su afición cree en lo que sería uno de esos milagros que ofrece el deporte de vez en cuando. Incluso, le acompaña el factor suerte, puesto que todos sus jugadores están disponibles y Asián tendrá que hacer una criba.
