El Supremo aumenta a nueve años la condena a Kalashov, el «número uno» de la mafia georgiana

La Sala de lo Penal del Supremo ha estimado el recurso interpuesto por la Fiscalía contra la sentencia dictada por la Audiencia Nacional en mayo del año pasado y de la que ha sido ponente el magistrado Joaquín Giménez. La Audiencia Nacional condenó al líder de la mafia ruso-georgiana instalada en España y detenido en la "operación Avispa", Zakhar Kniazevich Kalashov, a la citada pena y al pago de una multa de 20 millones de euros por un delito continuado de blanqueo de capitales, pena que ahora el Alto Tribunal eleva a 9 años y a una multa de 22.500.000 euros. El Alto Tribunal ha admitido el motivo alegado por la Fiscalía de que las actividades de blanqueo de dinero evidencian la existencia de una organización criminal cuyo jefe es Kalaskov, lo que supone una generalizada agravación de las penas impuestas. Según la sentencia, hay que tener en cuenta que "la clandestinidad y la destrucción de toda prueba de cargo son las notas distintivas de la delincuencia organizada y muy en concreto de las organizaciones destinadas al blanqueo de capitales" y añade que nada tiene de particular que no aparezca Kalashov como titular de las dos sociedades creadas en España (Sun Invest 2000 y Elviria 2000), a través de las cuales se intentó producir el blanqueo.

Por el mismo delito que a Kalashov -para quien el fiscal pedía doce años y dos meses de prisión-, el tribunal condenó a su mano derecha, Mikhail Mdinaradze, a 5 años de cárcel y una multa de ocho millones de euros, condena que el Supremo eleva a 6 años de prisión y multa de diez millones de euros. Mientras, Konstantin Asatiani y Oleg Vorontsov fueron condenados a cuatro años de prisión y ahora son condenados por el Alto Tribunal a seis años y medio de prisión por blanqueo y, además, falsedad en documento mercantil. Alexander Minin fue condenado a tres años, pena que el Supremo sube a 4 años, y Natalia Serova a dos años, lo que es elevado a tres años y medio.

La decisión del TS supone un varapalo para la defensa de Kalashov, ejercida por el exmagistrado Javier Gómez de Liaño y la exfiscal Dolores Márquez de Prado, y para el resto de los abogados defensores (todos, salvo Minim habían pedido la absolución de sus clientes). Todos los motivos alegados por los condenados han sido rechazados a excepción de la naturaleza continuada del delito de blanqueo esgrimida por Asatiani.