La biblioteca Mordzinski

El propio fotógrafo reconoció en la presentación de la muestra que dentro de la vorágine de su profesión periodística la posibilidad de fotografiar a escritores le ha permitido crear un mapa personal de autores que admira como literatos y, por supuesto, como personas. De hecho, según explicó, la mayor parte del tiempo que pasa con los retratados literatos no lo dedica a fotografiarles sino «a pasear, escuchar, hablar» con ellos para ir más halla de la instantánea mecánica. De hecho, la muestra es una demostración de cómo o bien la complicidad de los escritores o la creación subjetiva del fotógrafo configuran retratos de gran simpatía, muchas veces en sintonía con la escritura del autor, caso de Paul Theroux, escritor viajero, captado en un tren en plena escritura, o el enmascarado Enrique Vila Matas, tan en línea con su línea narrativa como novelista.

Desde luego, Mordzinski no pretende subvertir el canon fotográfico con innovadoras técnicas o composiciones vanguardistas, sino que busca, en muchos casos, el guiño compartido de los autores para hacer una narración del personaje y su obra, como se observa en la imagen de José Saramago, rebotada en un espejo, parábola de su obra, siempre reflejo indirecto de sus inquietudes políticas, sociales y humanistas.

Todo comenzó hace 33 años cuando Mordzinski participaba como ayudante en una documental sobre Jorge Luis Borges. Su ya mítica imagen en un espacio negro con un foco perfilando la cara del escritor bonaerense se convirtió con el tiempo en el primer tomo de esta particular biblioteca de imágenes literarias. Desde entonces, entre imágenes periodísticas, el fotógrafo argentino se ha convertido en un singular retratista de escritores, algunos de los cuales descubrió literariamente, como confesó, tras atraparles en imagen. Desde entonces ha retratado a cientos de creadores. El último estante lo ocupa una imagen de Mario Vargas Llosa siendo ayudado mientras que se vestía con el frac con el que minutos más tarde recogería el Premio Nobel de Literatura.

En la sala de Las Francesas se pueden contemplar imágenes de autores como Martin Amis, Mario Benedetti, Paul Auster, Roberto Bolaño, Julio Cortázar, Umberco Eco, Gabriel García Márquez, Amin Maalouf, Orham Pamuk, Ernesto Sábato, Susan Sontag o José Luis Sampedro.

El único escritor con más de un retrato es el vallisoletano Miguel Delibes, con tres fotografías en su domicilio, donde se capta al autor vallisoletano en toda su dimensión de persona que ya no espera más de la vida y que a través de sus manos de escritor ha llenado de vida a tantos lectores.