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La anarquía en limusina (escolar) recorre América

Una entidad artística viajará durante cinco semanas de la Costa Este a la Oeste para abrir un debate sobre un sistema de enseñanza artística que consideran caduco y apoltronado

La anarquía en limusina (escolar) recorre América ANNA GRAU

ANNA GRAU

Desde este martes recorre América un grito de anarquía que viaja en limusina, sólo que es una limusina pintada del color amarillo chillón de los autobuses escolares. Es el vehículo de Teach 4 Amerika, lo último de la Bruce High Quality Foundation , una entidad que se presenta como un artista colectivo que ya lleva años agitando la escena artística neoyorquina. Ahora se lanza al mundo (es decir, a las carreteras de Estados Unidos) con un tour que durante cinco semanas viajará de la Costa Este a la Oeste , pasando por once ciudades y dando de qué hablar en todas ellas.

La limusina salió este martes de Nueva York . La esperan en Philadelphia, Pittsburgh, Chicago, Minneapolis, Detroit, Denver, Santa Fe, Los Angeles, San Francisco y Portland. En todas partes sus ocupantes visitarán facultades y escuelas de arte, museos o simples escenarios, donde llamarán a la tormenta de ideas entre estudiantes, profesores y gestores de arte. El declarado propósito es abrir un debate a escala tanto local como nacional sobre un sistema de enseñanza artística que consideran caduco, o cuanto menos apoltronado, y necesitado de una revisión urgente. Tanto por parte de las instituciones como por parte de las personas que acuden a ellas. Por ejemplo, ¿sigue siendo necesario y/o aconsejable invertir mucho dinero y años de esfuerzo en obtener una formación artística convencional, o es mejor ir por libre?

Intervenciones para quedar en la memoria

Lo preguntan con conocimiento de causa porque en cierto modo llevan ya tiempo predicando con el ejemplo. El colectivo de artistas (no siempre ni necesariamente los mismos) que, más que esconderse, se enmascara tras la Bruce High Quality Foundation lleva desde 2004 jugueteando con diversos grados de desafío al sistema, siempre en clave irónica y documentada. Se supone que Bruce High Quality es un maravilloso artista difunto, muerto en los atentados del 11-S, y que ellos se dedican a perpetuar su memoria con intervenciones tales como varios integrantes del grupo trepándose a varias esculturas de Manhattan vestidos de futbolistas.

Pero su intervención más famosa hasta la fecha es la creación de una escuela de arte propia , al margen de los estamentos oficiales y completamente gratis.

Funciona como una cooperativa gestionada por los propios estudiantes , que realizan proyectos avalados por entidades como la escuela de arte del Cooper Union (donde se conocieron la mayoría de los integrantes de la fundación) o Creative Time , una interesante entidad sin afán de lucro que desde los años 70 se dedica a favorecer proyectos artísticos alternativos. Pero los chicos de la Bruce High Quality han sabido contar también con la complicidad de algunos de los mismos museos y universidades que, teóricamente, ellos ponen en la picota: el Experimental College of the Twin Cities, la Feldman Gallery en la PNCA, Gallery 400 en la Universidad de Illinois, Illiterate Magazine, el museo de arte de Los Angeles Country, el Museo de Arte Contemporáneo de Denver y el de Detroit, el Instituto de Arte de San Francisco, la Universidad de Minnesota, el Museo Andy Warhol, etc.

Y es que la idea de Teach 4 Amerika no nace tan huérfana ni tan dejada de la mano de Dios como parece. Bajo el brillante celofán refrescante y subversivo late un motor pragmático que recuerda más el cambio de guardia de una revolución burguesa que el caos de la anarquía real. Como nos dice uno de sus miembros, por supuesto anónimamente: “Somos a la vez un artista y una fundación, nuestro trabajo es reimaginar las estructuras del mundo del arte –museos, fundaciones, bienales, escuelas de artes- con la creatividad crítica de un artista”. Lo cual quizás sea más inteligente, incluso, que atrevido. ¿Por qué en casa del artista iba a haber cuchillo de palo?

Templo tomado por mercaderes

Hay que tener en cuenta que este debate se produce en Nueva York , que por un lado es el mayor escaparate artístico del mundo , y donde a la vez los artistas de carne y hueso, sobre todo si son jóvenes y están empezando, soportan en el día a día una dura realidad que tiene poco o nada que ver con la leyenda. La Nueva York de hoy no es el paraíso bohemio y creativo que muchos imaginan, sino un templo tomado por los mercaderes donde el creador se puede morir de asco, no sólo de hambre. Ya lo decía recientemente la divina Patti Smith, cuya juventud en Nueva York en los 70 sigue siendo un faro mítico para tantos peregrinos: “Pero es que la Nueva York a la que yo vine no es la que hay ahora. En mi época los artistas podíamos estar aquí todos juntos, vivir con poco dinero, encontrarnos, interactuar.

Ahora eso ya no es posible, os han robado la ciudad, os la han cambiado, ¡buscad otra!”.

Concierto benéfico

Patti Smith lanzó este consejo terrorífico hace menos de un año en el Cooper Union, donde este martes tuvo lugar el rally inaugural de Teach 4 Amerika. Como para subrayar una ironía macabra a la que no escapa ni la propia Smith, a la misma hora de este martes ella se encontraba calentando motores para un concierto benéfico a favor de Japón con la participación de Yoko Ono, Sonic Youth, Lou Reed, etc. Este concierto era en el actual local de referencia de la aristocracia pop ilustrada, Le Poisson Rouge, y era a cien pavos la entrada. Absolutamente vetada la entrada a verdaderos alternativos y otros pringados. Teach 4 Amerika recupera en cambio la fascinante estética cutre en su día popularizada por ejemplo por los Merry Pranksters, los promotores de la libertad psicodélica que en los años 60 recorrían América con un verdadero autobús escolar (pintarrajeado bajo los efectos del LSD), que llegó a contar a bordo con todo un Tom Wolfe como cronista. En la Bruce High Quality Foundation no les hace gracia la comparación. Sí simpatizan en cambio con que les preguntemos si son “los Clark Kent del arte”, artistas normales que se disfrazan de otra cosa para agitar. La mascarada llega lo suficiente lejos para, acaparando citas cinéfilas que van desde Le llamaban Bodhi hasta Reservoir Dogs, grabar un desternillante vídeo donde se ponen caretas de presidentes norteamericanos pintando la limusina escolar con la que salen a la “caza” de estudiantes en todo el país.

Ideas visuales

La idea es visualmente potente (como lo fue en el rally de este martes ver a un enmascarado con el rostro de Ronald Reagan armado de un artilugio casero con el que disparaba camisetas de Teach4Amerika al público), pero las ideas que hay detrás parecen estar más claras de lo que se suele en estos casos, aún si no se derrocha mucha locuacidad explicándolas. “No creemos que sea nuestro trabajo reconstruir el mundo del arte nosotros solos, nuestro objetivo es embarcar a todo el mundo”, precisan.

“Cientos de miles de deuda no mienten”, concluyen para establecer su grito de alarma sobre el sistema educativo artístico americano. Pero, aunque para llamar la atención sobre ello hayan adoptado la simpática fórmula de la provocación , da la impresión de que el objetivo es acabar trascendiendo esa fase. “Nuestra intención es acabar siendo una fundación real, con una financiación que le permita funcionar indefinidamente”, proclaman. Lo dicho, un cambio de guardia.

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