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mercados | madrid

S&P y la banca condenan al Ibex

La Bolsa cierra con una bajada del 0,15% una jornada marcada por el descenso del sector financiero

CRISTINA VALLEJO

Unione di Banche Italiane, la cuarta entidad más importante del país trasalpino, anunciaba su intención de ampliar capital en 1.000 millones de euros y el mercado le respondía con la mayor caída en más de dos años. El resto de las entidades del sector en Italia sufrían fuertes descensos. De hecho, Unicredito e Intesa SanPaolo eran, al cierre de la sesión, los peores valores del Eurostoxx 50, con pérdidas de un 3,68% y de un 4,53%, respectivamente. Como dice Guillermo Escribano, de Metagestión, aunque los bancos italianos son rentables y no tienen riesgo soberano, porque no han comprado deuda ni griega ni irlandesa, tampoco andan muy sobrados de capital, por lo que uno de los principales riesgos a los que se puede enfrentar el inversor que apueste por ellos es ver diluida su participación en operaciones como ésta. De hecho, el Ftse Mib de Milán fue el indicador más castigado por las ventas, con un descenso de algo más de un punto porcentual. Philippe Gijsels, analista de BNP Paribas Fortis, afirmaba: "El sector financiero europeo todavía necesita capital. El proceso no ha terminado".

A las Bolsas europeas tampoco les ayudaba el dato de inflación que se publicaba en Alemania, que se situó por encima del 2% en marzo, ni la caída de la confianza del consumidor, afectada, precisamente, por la subida de los precios, lo que merma el poder adquisitivo, al igual que sucederá si el Banco Central Europeo sube los tipos la semana que viene.

Pero el verdadero impacto para los mercados europeos llegó un poco pasadas las tres y media de la tarde, cuando la agencia de calificación crediticia S&P anunciaba la rebaja del "rating" de Portugal y Grecia. S&P rebajó la nota de la deuda lusa por segunda vez en cuatro días desde BBB hasta BBB-, el último peldaño que coloca a sus emisiones en grado de inversión y tres escalones por debajo de Irlanda. S&P mantiene la perspectiva negativa, lo que hace pensar que podría no ser la última reducción de su nota. La agencia de "rating" argumentaba su decisión afirmando que Portugal necesitará un rescate y, probablemente, tendrá que enfrentarse a la reestructuración de su deuda. En el caso de Grecia, este último paso, el de la reestructuración, que en lenguaje más claro implica que los bonistas asumirán pérdidas antes o después, S&P rebajó la nota dos peldaños desde BB+ hasta BB-, tres escalones por debajo del grado de inversión. Y en este caso, los analistas de S&P también afirman que puede no ser la última rebaja.

Ello provocó un repunte de las primas de riesgo de la deuda a más corto plazo y, sobre todo, en el caso de la griega. Para comprar bonos griegos a dos años, los inversores exigen un plus de rentabilidad de un 13,58% con respecto a los alemanes; y para los cinco años, la prima de riesgo es de un 11,63% respecto a sus comparables germanos. Para comprar bonos lusos a dos años, la prima de riesgo es de casi un 6% y de un 6,28% en el caso de la deuda a cinco años.

En España, el interés del bono a diez años subió dos décimas, hasta el 5,20%, un fenómeno que se absorbió por el incremento de la rentabilidad de la deuda alemana, hasta el 3,33%. La prima de riesgo de la deuda española se mantuvo en el 1,87%.

Los valores del Ibex

Aunque la deuda española continúa al margen de los problemas del resto de los periféricos, el Ibex 35, tras la decisión, se hundió de repente hasta los 10.600 puntos, aunque luego fue recuperando posiciones, al ritmo de las subidas que iba mostrando la Bolsa americana, para dar un último cambio en los 10.735 puntos, lo que supone una caída mínima del 0,15%. Eso sí, el sector financiero español no se recuperó del susto propinado por la ampliación de capital del banco italiano ni por las rebajas de rating. Mapfre fue la compañía que más cayó en el Ibex, con un descenso del 1,85%, seguida de BBVA y el Popular, que retrocedieron un 1,50% y un 1,35%, respectivamente. Mientras que el Santander y Bankinter se dejaron un 1,26% y un 1,18%. El Sabadell cedió poco menos de un punto porcentual.

Junto a los bancos, pocos valores más cerraron la sesión en rojo: BME, que también perdió más de un 1%, Amadeus, Telefónica, Grifols, Indra y OHL. Los encargados de contener los descensos fueron los valores más conservadores, como Ebro, que subió casi un 3%, así como Gas Natural, que se apuntó un 2,51%, y otras "utilities", como Endesa, que ganó casi un 2%, así como Red Eléctrica, que avanzó un 1,31%. Inditex, Criteria e Iberdrola Renovables también ganaron más de un 1%.

En Estados Unidos, los índices comenzaban "tocados" por las rebajas de "rating", pero pronto, ni media hora después de su apertura, remontaban el vuelo. Allí también existe el riesgo de que la Reserva Federal retire antes de lo previsto su plan de estímulo, ante los buenos datos publicados en los últimos días. Aunque, como dice José Luis Martínez Campuzano, de Citi, una creación de empleo de alrededor de 200.000 mensuales, como se espera para el mes de marzo, cuyas cifras oficiales se conocerán el viernes, podría hacer más fácil pensar en una retirada más rápida de las medidas de estímulo monetario, lo que también puede poner algo más nervioso al mercado. En este sentido, los presidentes de las Reservas Federales de Boston y Chicago, Erin Rosengren y Charles Evans, afirmaron que es necesario que la Fed complete su programa de compra de bonos que finaliza en junio. "La fuerte tasa de paro y la baja inflación subyacente implican que sigue siendo necesaria la política fiscal expansiva", aseguraron. Posiblemente otro de los argumentos que puede utilizarse a favor de esta medida es que los precios de las viviendas siguen cayendo en Estados Unidos, según el índice S&P Case Shiller, aunque menos de lo previsto por los analistas. En términos interanuales, el precio de la vivienda en las veinte principales ciudades del país cae a un ritmo del 3,06%, el mayor en un año, aunque los analistas habían previsto un descenso del 3,20%.

David Semmens, analista del Standard Chatered Bank, afirmó: "Los precios continuarán bajando durante el resto del año. No se darán la vuelta hasta que los consumidores consideren que la vivienda está barata y hasta que no se sientan más seguros en su puesto de trabajo". Parece que las condiciones aún no se cumplen: el índice de confianza de los consumidores americanos que se publicaba ayer, el que elabora la Conference Board, cayó más de lo previsto en marzo. Al Dow Jones le apoyaba sobre todo Home Depot, que subía más de un 2%, tras anunciar un plan de recompra de acciones.

En el mercado de divisas, volatilidad en el tipo de cambio entre el euro y el dólar. Pero en un margen muy estrecho: que hay malas noticias en la zona euro, la moneda única pierde el nivel de 1,41; que se produce algún fenómeno positivo en el Viejo Continente, lo vuelve a superar. Al cierre, un euro se cambiaba por alrededor de 1,4085 unidades. Si al Banco Central Europeo no le preocupa que se aprecie la divisa, al de Brasil, sí. Por eso, ayer anunciaba un impuesto a la inversión extranjera para frenar la subida del real.

Mientras, en el mercado de materias primas, sigue habiendo estabilidad, con el barril de Brent, en el entorno de los 115 dólares y el de West Texas, en los 104, mientras que la onza de oro se mantenía en los 1.420 dólares.

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