Los empresarios piden a Zapatero que aplace el debate sucesorio y no adelante elecciones

En la rueda de prensa posterior a la reunión, el líder del Ejecutivo ha argumentado que el calendario político será siempre secundario a las reformas económicas que su Gobierno lleva a cabo y ha anunciado el acuerdo alcanzado para la puesta en marcha de 30.000 becas de formación destinadas a jóvenes desempleados de baja cualificación.

Zapatero se ha mostrado convencido de que la formación "conduce a la empleabilidad" y, por ello, ha pedido a los grandes empresarios, que se han mostrado receptivos, a que aprueben conjuntamente con el Gobierno el proyecto de becas, aunque en el programa podrán participar las entidades de menor tamaño a través de la CEOE.

Será el presidente de Telefónica, César Alierta, quien coordine un grupo de trabajo con el Ministerio de Economía y Hacienda para llevar a cabo "lo más rápidamente posible" ese programa de becas, que tendrían una duración de seis meses de prácticas en las empresas, compatibles con la formación teórica. El presidente del Santander, Emilio Botín, presente en el encuentro, se ha comprometido a poner en marcha 2.000 becas en su grupo.

Zapatero ha dejado claro que la formación "no es ni una opción ni un pronóstico", sino que "es casi un axioma" porque es la que ofrece más oportunidades y garantías para poder acceder a un puesto de trabajo. Con este convencimiento, ha pedido a la CEOE, representada en la reunión por su presidente, Joan Rosell, y a las empresas "un compromiso adicional" en materia de formación para el empleo al esfuerzo que ya hacen.

El lider del Ejecutivo se ha comprometido ante los empresarios "a no bajar la guardia" frente a la crisis para que la recuperación económica cobre fuerza y ha asegurado que comparte plenamente la necesidad de mantener el impulso reformador con nuevas medidas y cambios "de gran relevancia". Según Zapatero, la mayoría de los presidentes de las grandes empresas españolas han constatado la clara mejoría de los mercados de la financiación para España, con la relajación del coste de la deuda española en más de 100 puntos básicos desde la primera reunión en noviembre.

El presidente del Gobierno ha considerado que la reunión ha sido "extremadamente útil" en pro de la recuperación de la estabilidad económica y de los cambios que la economía española demanda, y ha emplazado a una nueva reunión dentro de tres meses.

La mesa de la reunión, en forma de U, estaba presidida por Zapatero, flanqueado por los dos vicepresidentes del Ejecutivo: Alfredo Pérez Rubalcaba y Elena Salgado, única mujer junto con la presidenta de Hispasat, Petra Mateos, en el encuentro. A la anterior reunión, acudió, además de Mateos, Carmen Riu, de la cadena de hoteles a la que da nombre su apellido.

Al lado de Rubalcaba se ha sentado el presidente de la CEOE, Joan Rosell, que ha accedido al Palacio acompañado de Isidro Fainé, presidente de La Caixa; en tanto que flanquea a Salgado el máximo responsable de Telefónica, César Alierta. También están en la presidencia de la mesa los presidentes del Banco de Santander, Emilio Botín; La Caixa, Isidoro Fainé; Repsol YPF, Antonio Brufau, y del Grupo Planeta, José Manuel Lara.

En uno de los lados de la mesa estaban sentados (por orden de proximidad a la presidencia) los representantes de Iberdrola, BBVA, Anfac, Mercadona, Cepsa, Mapfre, Gas Natural, FCC, Acciona, Bankia, OHL, Abengoa, Gamesa, Globalia, Indra, Amadeus Global Travel, CAF y Telecinco. Enfrente se han situado los responsables de ACS-Dragados, Endesa, Inditex, El Corte Inglés, Arcelor Mittal, Grupo Modragón, Ferrovial, Hispasat, Sacyr Vallehermoso, Banco Popular, Iberia, Abertis, Acerinox, Técnicas Reunidas, Banco Sabadell, Agbar, Sol Meliá y Enagas.