Rajoy reprocha a Gobierno y PSOE que estén «enredados» con la sucesión

En un momento de cierta tranquilidad interna para su partido, el líder del PP asiste a las escaramuzas de los socialistas en torno a la sucesión del presidente del Gobierno, con una buena dosis de estupor. Interrogado ayer por la que viene siendo en los últimos días la noticia de apertura de las páginas de política, comentó que «es profundamente injusto» que con cuatro millones y medio de personas que buscan empleo y no lo encuentran, con la pérdida de poder adquisitivo de las familias, así como con la congelación de las pensiones o la disminución del salario de los funcionarios «el Gobierno y el PSOE estén enredados en lo que están enredados».

Sin querer entrar de pleno en un asunto confuso para los propios socialistas y tras asegurar que el debate en torno a quien puede alzarse con el título de sucesor de Zapatero, —si es que éste finalmente no se vuelve a presentar—, «no altera nada» sus propios planes, Rajoy insistió, sin llegar a pedir de nuevo elecciones anticipadas, en que «esta última fase no va a ser útil para crear empleo ni para generar confianza», situación que se empeora con el debate sucesorio.

El líder del PP convocó ayer en la ciudad de Pamplona a su comité de dirección al que se unió el candidato popular a la presidencia de la Comunidad Foral, Santiago Cervera. Esta es la primera prueba de fuego para los populares navarros tras su ruptura con UPN, esperanzados en que las urnas les permitan ser determinantes en la formación del nuevo gobierno autonómico.

Tanto Rajoy como Cervera apostaron por la estabilidad política, económica y social de Navarra, en un claro guiño a sus antiguos socios de UPN, partido con el que Cervera se declaró públicamente «dispuesto a llegar a acuerdos». Por su parte, Rajoy recordó la actuación del PP en el País Vasco —que sostiene el Gobierno del socialista López— y también aludió a Cataluña, donde creen poder tejer acuerdos con CiU en ayuntamientos como Barcelona.

Preguntado por otro lado sobre la sentencia del TC al declarar inconstitucional el blindaje que del Guadalquivir hacía el Estatuto de Andalucía, expresó su acatamiento «pleno, total y absoluto» de dicho fallo del alto tribunal. «Siempre acato —explicó— las sentencias de los tribunales, me gusten o no y esa es una regla básica que debería cumplir cualquier demócrata», en alusión, sin duda, al debate abierto en torno a la inconstitucionalidad de un buen paquete de artículos del Estatuto catalán y la posterior decisión del Gobierno de buscar atajos para el cumplimiento de algunos de los epígrafes inconstitucionales.

Sin embargo, el líder del PP declaró su «orgullo» por haber respaldado el texto estatutario que calificó de «buena decisión». En presencia de su vicesecretario de Política Territorial y candidato del PP a la presidencia de la Junta de Andalucía, Javier Arenas, dijo que el Estatuto andaluz «es un marco magnífico para que un nuevo gobierno haga las cosas mejor. Tiene un potencial enorme». Así, tras poner el acento en que la sentencia del TC sólo atañe a un artículo, no tuvo empacho en insistir que «estoy orgulloso de haberlo apoyado y volvería a hacerlo».

Ayer también fue ocasión de oír al líder del primer partido de la oposición responder sobre si mantiene su apuesta por la continuidad de la energía nuclear en el mix energético, que pasa por alargar la vida útil de nuestras centrales nucleares.

Interpelado no pocas veces en este sentido desde las filas gubernamentales, Rajoy contraatacó respondiendo que la posición del PP es «exactamente la misma» que la que defienden PSOE, CiU y PNV, esto es, la que quedó plasmada en una emienda aprobada a la Ley de Economía Sostenible.