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Un gol a la decencia

Rajoy y Zapatero han metido un gol (por la escuadra) a la decencia, a la democracia. Urge un pacto de estado para regenerar la vida política

ABC

POR ANTONIO REGALADO

La dimisión del ministro alemán de Defensa, Karl Theodor zu Guttenberg de todos sus cargos públicos por plagiar varias páginas de su tesis doctoral hace unos años, confirma que la democracia germana está a años luz de la nuestra. Ni enriquecimiento personal ni corrupción. «Dimito —ha dicho— por dañar la confianza en la democracia». La ética protestante como brújula para los servidores del pueblo. Aquí, a cinco minutos de cerrar las listas electorales, los partidos políticos se han conjurado para proteger a sus candidatos ora condenados por cohecho impropio ora por prevaricación o corrupción.

El plácet de Rajoy a Camps ha alentado a todos los salpicados por corrupción en el antiguo reino de Valencia. La nómina es amplia: Carlos Fabra, David Serra, Joaquín Ripoll, Yolanda García, Sonia Castedo, Vicente Rambla, la familia Cotino, Ricardo Costa... Génova 13 ha bajado el listón. Le ha faltado rehabilitar a Jaume Matas, el estadista que no pagaba impuestos y multiplicaba las rentas como los panes y los peces paralelamente al denominado caso «Palma Arena». Al fin y al cabo todavía no ha sido condenado en firme. Ya hemos visto que UM era una ONG con licencia para delinquir. Ahora, sus ex directivos promueven otro partido para vivir del seudonacionalismo victimista.

¿Y qué decir del PSOE? Antich sigue indignamente aferrado al sillón desde 2007 tras pactar con la procesada señora Munar. En la península, ahí está Benidorm y sus tránsfugas, amparados por la señorita Pajín, protegiendo a mamá; la alcaldesa de Plasencia Elia María Blanco y siete de los suyos condenados por prevaricación por favorecer siempre al mismo empresario, lógicamente socialista.

Y qué decir de la mano derecha de Tomás Gómez y ex alcaldesa de Torrejón Trinidad Rollán convicta y confesa por prevaricar.

En las listas del PSE-PSOE tenemos a su presidente, «Txusito» Eguiguren, condenado por maltrato a su exmujer, sentado en el Parlamento vasco trabajando para que ETA vuelva a las instituciones. Y cómo no recordar la «Operación Pretoria» donde cayó el capo del PSC y miembro de la Ejecutiva Federal y alcalde de Santa Coloma, Bartomeu Muñoz, una joya de conseguidor proletario.

Corrupción andaluza

Pero para corrupción, corrupción, como Dios manda, la de Andalucía. En la «Operación Malaya» solo se salvó el PP. Lo de Chaves y el regalo a su hija Paula parece el cuento de la Cenicienta. Lo de Mercasevilla y los EREs es para hacer una tesis doctoral y aprobarla cum laude porque es como si entráramos en la cueva de Alí Ladrón y los 40 Babás.

Y UGT, CCOO, tocando la lira. Recibiendo 78 millones en tres meses. ¿Cómo calificar a los «146 de Ayete», prejubilados sin haber trabajado nunca en las empresas que les firmaron los expedientes? El fondo de reptiles de 700 millones es tan alargado que ha permitido al ex consejero de Empleo Antonio Fernández trabajar en González Byass desde el mismo día de su nacimiento el 15 de julio de 1954. Un hombre nacido para el ERE (y sus familiares). Y como dice Griñán: una comisión de investigación en el Parlamento solo serviría para premiar la impunidad de los insultadores de la oposición. ¿Controles? Descontroles y olé.

Otro día hablaremos de los fondos millonarios de la FP. Toda una administración paralela dedicada a la colocación del personal adicto a la causa, naturalmente. Corrupción institucionalizada. IU es tan cómplice como el PSOE por callar con su silencio. Rosa Aguilar es el mejor ejemplo de travestismo político y de complicidad. Ya se ha visto que no ha tenido que cambiar de partido para seguir en el coche y en la pomada oficial. Es otra forma de corrupción.

Del PNV y CiU solo subrayar dos cosas: al primero, el chivatazo del Faisán le salvó del escándalo de colaboración con ETA y siguen sin ajustarle las cuentas en la Diputación Foral de Álava; al segundo le salpicó el 3% y el «caso Palau».

Gol por la escuadra

Rajoy y Rodríguez Zapatero nos han metido a todos un gol a la decencia. Por toda la escuadra. Un gol a la democracia. ¿Dónde está la responsabilidad política? ¿Para cuándo la regeneración? Nos acordamos de Antonio Asunción por su ejemplar dimisión como ministro de Interior por el «caso Roldán» y de Karl Theodor zu Guttemberg por plagiar. Asuntos menores que los de Valencia o Andalucía. Hay que volver cuanto antes a la ética y a la austeridad que predicaba y practicaba Adolfo Suárez.

Cuando Felipe González, en el cénit de su poder político y moral permitió que Alfonso Guerra le montara un despacho a su hermano en la sede de la Delegación del Gobierno en Sevilla, para «tomar cafelitos», se acabó la decencia política. Luego, nos enfangaron Filesa, Malesa y Time Sport. Paralelamente, Fraga y su AP ya habían detectado el caso Naseiro y habían mirado para otro lado.

En el fondo, la financiación insaciable de los partidos políticos. Aznar prometió regeneración democrática en el 96 pero durante su mandato se expandió Gürtel bajo el reinado de Francisco Correa y el «amigo del alma» Álvaro Pérez, alias «el Bigotes» que regalaba trajes a medida a Paco Camps. En el camino, quedó varado en el olvido y en los tribunales, Luis Bárcenas, el tesorero del PP que pagaba apartamentos de 2 millones de euros y pedía créditos de 300.000 euros para comprar un cuadro que luego no le gustaba...

Y el gerente del PSOE, Xoan Cordine, escondido tras mediar en Fomento para hacer riquísimo a un amigo de José Blanco. Eso sí, todos son hombres honrados. Como César. Pero les mata la ambición y la avaricia. Una vergüenza

CCM y Aeropuerto

En Castilla-La Mancha nos hemos quedado sin caja. Con un agujero de 7.000 millones y un Moltó que dice ahora que no era presidente ejecutivo. Y que la responsabilidad es de todo el Consejo de Administración. Unos por otros, el agujero negro se ha hecho infinito. Lo del aeropuerto de Ciudad Real y el Reino de Don Quijote es el cuento de la lechera pero con mala milk. Parecen episodio de la saga «Aterriza como puedas» y tampoco ha sido posible crear comisiones de investigación. Una pregunta clave: ¿quién devuelve lo defraudado? Nadie. Recuérdalo tú y recuérdalo a otros: los procesos se retrasarán tanto que terminarán prescribiendo. Como a Fabra en Castellón. Como a los Albertos con sus gabardinas. Y aquí paz y después gloria. ¿Cómo no entender la desafección entre el parlamento y la calle?

Un grupo de intelectuales, preocupados por la degradación de la vida pública han recabado ya 50.000 firmas (www.avaaz.org) para exigir a los partidos políticos (PSOE y PP, principalmente) que no incluyan en sus listas autonómicas y locales a personas salpicadas por la corrupción. Escuchen la petición: «Excluyan de sus listas electorales a todos aquellos candidatos imputados o condenados por graves irregularidades y delitos asociados a la corrupción y actúen con urgencia para impulsar medidas eficaces para combatirla. Nuestros votos en las elecciones dependerán de las acciones que emprendan para excluir a dichos candidatos y limpiar la política española. Queremos el comienzo de una nueva era en nuestro país. Una era libre de corrupción».

Urge un pacto de Estado para regenerar la vida política sin amnistías para los corruptos.Y de paso, otro pacto de Estado para impedir los bonus obscenos de los directivos en las Cajas y en el fútbol.Hay que pinchar de una vez y para siempre antes de que estallen en nuestras narices las burbujas financiera y balompédica.

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