Córdoba

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Una muestra recuerda el sabor clásico de la obra Pedro Bueno

La cita homenajea al pintor de Villa del Río en el centenario de su nacimiento

Día 05/03/2011 - 11.50h
FOTOS: RAFAEL CARMONA
Retratos de personas en distintas posturas, uno de los géneros en los que Pedro Bueno se prodigó más
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Cuando ha pasado algo más de un siglo de su nacimiento y casi veinte años de su muerte, Pedro Bueno vuelve a Córdoba. El pintor nacido en Villa del Río, considerado uno de los más importantes de su generación, es el protagonista de una exposición que ayer se inauguró en la sala de Cajasur en Gran Capitán y que después continuará en el Palacio de la Merced.

La muestra, titulada «Pedro Bueno en su centenario», se centra en varias facetas de un artista que conoció todas las vanguardias de su tiempo y, sin darles la espalda, se adentró en un clasicismo lleno de equilibrio, según sus estudiosos. Está organizada por el Ayuntamiento de Villa del Río, la Diputación Provincial, la Fundación Cajasur, la hermandad de la Virgen de la Estrella de su localidad natal y la Escuela de Arte Mateo Inurria. Miguel Clementson es el comisario de una exposición que rinde homenaje a un pintor que sintetizó en sus cuadros y dibujos un gusto por la pintura clásica en la que sin embargo estaban bastante presentes las aportaciones de la pintura de su tiempo que conocía, según lo estudiosos, con bastante profusión.

En ella los protagonistas son sobre todo dos de los géneros en los que más brilló: el retrato y el autorretrato, de las que se exhiben hasta 23 obras. La figuración humana fue uno de los temas recurrentes de Pedro Bueno y esta visión no falta en la muestra, casi siempre sobre fondos abstractos, en los que se quiere plasmar la personalidad de la persona que aparece representada, sea a través de los rasgos del rostro o de los gestos. Tampoco lo hace el bodegón, tema pictórico eterno, y al que, según la organización de esta exposición, el artista de Villa del Río le da una nueva visión que va más allá de la tradicional concepción de la naturaleza muerta.

Desnudos, paisajes y detalles son otros de los puntos en los que la exposición se detiene, y en las que Pedro Bueno aporta una visión donde la luz, el color y los rasgos que los críticos llaman «sensitivos» se muestran con toda su intensidad.

No podía faltar su etapa de formación, en la que recibió una beca de la Diputación Provincial para estudiar en Madrid, lo que le sirvió para tomar contacto con las últimas corrientes de su tiempo y así fraguar una carrera donde el aspecto clásico de sus pinturas no daba la espalda a alguna de las aportaciones más recientes de sus contemporáneos.

Fue precisamente en Madrid donde estableció su residencia y murió en 1993, aunque nunca cortó amarras con su localidad natal. Tras exhibirse en Córdoba, la exposición «Pedro Bueno en su centenario» se exhibirá por varias localidades de la provincia a partir del próximo 8 de mayo.

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