Mala onda en Buenos Aires con Vargas Llosa
La presidenta Kirchner frena el boicot de «sus» intelectuales al Nobel
Mario Vargas Llosa considera «absurda» la polémica surgida en Argentina por el veto de un grupo de intelectuales kirchneristas, que se oponían a que el Nobel peruano inaugurara la Feria del Libro de Buenos Aires. En declaraciones a ABC, Patricia Llosa, esposa del escritor, ha manifestado que «todo es absurdo. Mario no quiere de ninguna de las maneras ir a Argentina a abrir una polémica o armar un escándalo». En palabras de su mujer, el escritor cree, además, que «la Feria del Libro es un espacio para la literatura».
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha frenado personalmente el boicot al Nobel. El frente anti Vargas Llosa estaba encabezado por el director de la Biblioteca Nacional, Horacio González. El hombre que ocupa el mismo cargo que Jorge Luis Borges, dirigió el lunes una carta a los organizadores de la Feria para que retirasen la invitación al escritor, encargado de su inauguración. Horacio González realizó este análisis en el diario «Tiempo Argentino»: «Aprecio la literatura de Vargas Llosa, pero sucede que existe una doble posibilidad de que sea interpretado: es decir, como un gran novelista, autor de obras realistas y críticas de las realidades latinoamericanas, o como el hombre de una agresividad creciente hacia los procesos populares».
Al mismo tiempo, media docena de intelectuales suscribieron un anuncio para proscribir al autor de «El sueño del celta». Después de algunas especulaciones sobre una reacción del novelista desde un supuesto perfil de Facebook, Patricia Llosa ha aprovechado también la ocasión para aclarar que Mario Vargas Llosa no tiene perfil oficial en dicha red y que su «indignación» es «absoluta». «Es rigurosamente falso, Mario no tiene ni ha tenido nunca un Facebook. Si él decide contestar lo hará como es él, con rigor y seriedad», ha dicho su mujer.
«No me llamó al orden»
El escándalo desató un aluvión de reacciones a favor de Vargas Llosa y la intervención directa de la presidenta del Gobierno. «Me dijo —declaró Horacio González a “Clarín”— que en su opinión la Biblioteca Nacional debía retirarse de la discusión como institución». Tras recibir instrucciones de Cristina Fernández, el titular de la Biblioteca Nacional dio marcha atrás en su embestida. No obstante, en «La Nación» insiste hoy en que «la presidenta no me llamó al orden, me llamó para seguir el debate de otra manera». También el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, había atacado duramente al escritor desde su blog al que calificó de «exponente de la derecha más reaccionaria».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete