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Ripoll contraviene en la Diputación las consignas de austeridad de Génova

El presidente del PP de Alicante ignora también el compromiso con la transparencia

JUAN CARLOS SOLEREl alicantino Joaquín Ripoll, en una imagen de archivo

D. MARTÍNEZ

El presidente provincial del PP y de la Diputación de Alicante, Joaquín Ripoll, ha cargado de razones a aquellos que apuestan por eliminar o, al menos, redefinir las instituciones provinciales. La gestión de Ripoll —que aspira a repetir candidatura el próximo 22 de mayo— al frente de la corporación provincial contraviene además abiertamente, en los últimos meses, las consignas del presidente nacional del partido, Mariano Rajoy, de potenciar la austeridad en la Administración.

Mientras el presupuesto de la institución provincial no ha parado de caer desde 2008 —consecuencia de la merma de ingresos y el recorte en las transferencias estatales—, Ripoll ha mantenido en unos niveles similares la partida de Presidencia, con la que se sufragan parte de los gastos de protocolo, se conceden subvenciones «a dedo» o se pagan las nóminas del extenso equipo de asesores del presidente provincial.

Así, para 2011, la Diputación cuenta con un presupuesto de 208 millones de euros, casi un 1% menos que el pasado año. Sin embargo, el presidente provincial mantiene el gasto en la nómina de asesores y cargos de confianza, con 3,2 millones de euros para costear más de setenta sueldos asignados «a dedo» en la Diputación y sus diferentes organismos autónomos. De hecho, el dirigente popular acaba de cubrir dos vacantes en el equipo de asesores del grupo.

Recorte inferior al anunciado

No solo eso. La Diputación ha congelado los sueldos de políticos y cargos de confianza, después de que experimentasen un espectacular crecimiento en 2007 —tal como desveló ABC en su momento—: Ripoll llegó a cobrar casi 100.000 euros al año, antes de aplicarse un recorte del 10 por ciento que, en realidad, no fue tal. Antes de rebajar los sueldos de los políticos, el pleno de la Diputación dejó sin efecto las congelaciones de los dos últimos años, con lo que la rebaja salarial fue solo del 7,7 por ciento.

Al mismo tiempo, el dirigente alicantino ha mantenido el ritmo de gastos en viajes oficiales. En la reciente Feria Internacional de Turismo (Fitur) de Madrid, Ripoll se alojó un año más en el lujoso hotel Santo Mauro, cuyos precios oscilan entre los 250 euros por noche de la habitación más barata y los 410 de la más cara.

Junto al elevado gasto en viajes, asesores y sueldos, la gestión de Ripoll ha comenzado a caracterizarse también por una llamativa falta de transparencia. Con la connivencia del PSOE, el presidente de la Diputación aplazó hasta después de las elecciones la publicación de los bienes de la Corporación, obligatoria por la nueva Ley de Régimen Local.

Hasta ayer eran más de 2.000 alcaldes y concejales, de 171 corporaciones locales y provinciales, los que habían hecho público su patrimonio en el BOP. Sin embargo, en el Pleno de la Diputación de Alicante, PP y PSOE pactaron introducir una enmienda para eliminar el horizonte temporal de la publicación de las declaraciones.

Una medida que resulta más llamativa si cabe dada la situación judicial del presidente alicantino. Tras su detención el pasado julio, Ripoll está imputado por cinco presuntos delitos en la adjudicación del Plan Zonal de residuos de la Vega Baja. Según los informes policiales, Ripoll pudo haber orientado la adjudicación a cambio de distintas contrapartidas económicas.

El «caso Brugal»

Más allá de la afección que la investigación, enquistada en los juzgados y con numerosas ramificaciones, pueda tener en el futuro judicial de Ripoll, el extenso sumario del «caso Brugal» incorpora incontables conversaciones intervenidas en las que se pone de manifiesto la cercanía de Ripoll —y su esposa— a numerosos empresarios de la provincia de Alicante, varios de los cuales optaban a la adjudicación del plan de residuos supuestamente orientada.

El estallido del «caso Brugal», cuya nulidad persiguen los abogados de los imputados —prácticamente todas las acusaciones se basan en las conversaciones intervenidas—, ha dejado de hecho muy debilitado a Ripoll en el plano orgánico. Así, no ha tenido más remedio que dejar caer a Gema Amor en Benidorm, en un intento de facilitarse su propia candidatura.

Ripoll, de hecho, viene insistiendo en los últimos meses en que será el candidato —depende de Génova, a propuesta del comité electoral regional—, pese a que desde el órgano autonómico se le ha indicado que es «prematuro» dar por sentada su candidatura. En realidad, el futuro del presidente provincial del PP de Alicante está todavía en el aire.

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