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Interior dice que ningún cuartel de la Guardia Civil amenaza ruina

Los agentes y el Consell desmienten al Gobierno

M. A. R.

«No existen informes técnicos en la Dirección General de la Policía y la Guardia Civil sobre la existencia de riesgo de derrumbe de ninguno de los acuartelamientos que en la actualidad se encuentran operativos».

Con este escueto comunicado de 25 palabras, el Ministerio de Interior se despacha todas las deficiencias técnicas que las asociaciones de guardias civiles y policías, así como el Consell, vienen denunciando en las infraestructuras de seguridad de la Comunidad Valenciana.

En respuesta a una pregunta parlamentaria planteada por el senador del PP Agustín Almodóbar, el Gobierno sostiene que no tiene constancia de que ninguna comisaría o cuartel de la región amenace ruina.

Aunque estas explicaciones probablemente no convenzan al agente de la Guardia Civil herido el pasado verano cuando, literalmente, se le cayó encima el techo del cuartel de Almoradí. Es cierto que Interior se refiere exclusivamente en su respuesta parlamentaria a las comisarías y cuarteles que «en la actualidad se encuentran operativos». El de Almoradí quedó clausurado dos semanas después del accidente, cuando la dotación se trasladó al nuevo cuartel que ha financiado exclusivamente el Ayuntamiento, debido a que el Gobierno no quería costear esa inversión.

«Se caen a trozos»

Tampoco se encuentra operativo el cuartel de Teulada-Moraira, cuyas obras de rehabilitación se encuentran paralizadas desde hace dos años, en un completo estado de abandono, debido a que quebró la empresa contratada para ejecutar la obra. Los agentes de la Guardia Civil destinados a este municipio utilizan ahora la antigua oficina de Correos, cedida por el Ayuntamiento.

La Asociación Unificada de la Guardia Civil ha reclamado reiteradamente el cierre inmediato de los cuarteles de Quartell, Silla, Aldaya y Vilamarxant, porque no reúnen las condiciones mínimas de habitabilidad.

Por su parte, en un reciente informe, la Conselleria de Gobernación estima que 93 de las 153 casas cuartel de la Comunidad necesitan actuaciones de mejora. Entre ellos cita los de Gata de Gorgos, Moraira, Benissa, Ibi y Novelda, que «se están cayendo a pedazos». En el caso de Gata de Gorgos, el techo está cubierto de lonas en algunas dependencias para recoger el agua de las goteras.

También precisan una intervención urgente los cuarteles de la Guardia Civil de Silla, Ayora, Aglaya y Vilamarchante —cuyo «estado es ruinoso», especifica el informe—, así como los de Sueca, Requena, Liria y Paiporta.

Los cuarteles de San Vicente del Raspeig, San Juan y El Campello, en Alicante, tienen los calabozos clausurados porque no reúnen las condiciones mínimas higiénicas exigibles. En cuanto al cuartel de Ayora, permanece cerrado «porque se cae a trozos», según especifica el Consell en su dictamen. Los agentes tienen que irse a dormir al cuartel vecino de Jarafuel. Pese a estas circunstancias, el Gobierno insiste en que no le consta que ningún cuartel amenace ruina.

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