Castilla y León dice «cámara, acción»
Los directores Rodrigo Cortés, David Pinillos, Ramón Margareto, el compositor Víctor Reyes y la actriz Elena Anaya optan hoy a algún Premio Goya
FÉLIX IGLESIAS
La nómina de castellanos y leoneses candidatos a los Premios Goya que se fallan hoy tienen en común, además de su origen, el que la mayoría desarrollan sus carreras fuera de la región, no tanto por la imposibilidad de realizar sus obras en la Comunidad ... como por la necesidad de disponer de mejores infraestrcturas para alcanzar las cotas de calidad y difusión que buscan.
El director gallego, pero formado humana y artísticamente en Salamanca, Rodrigo Cortés, acapara nada menos que diez candidaturas por «Enterrado», una película que ha logrado la admiración de la crítica internacional y el respaldo del público. Desde hace unos días rueda «Red lights» con Robert De Niro y Sigourney Weaver de protagonistas. Hasta llegar a esta división de honor, Cortés comenzó a realizar sus primeros cortos en Salamanca, donde fue construyéndose como hombre de cine hasta llegar a esta noche con diez boletos con posible premio.
Un mismo camino parece el emprendido por el segoviano David Pinillos, que opta al Goya a director novel por la premiada «Bon appetit». El realizador y también montador de «Gordos» señala que su «mejor escuela fueron los cines», aunque recuerda que en Segovia hubo una época en que no había ni una sala, «aunque íbamos a un colegio donde se proyectaba de todo». A pesar de estudiar empresariales, se volcó en el cine matriculándose en ECAM.
Aunque trabaja fuera de Segovia, cree que Castilla y León es un «grandísimo plató» con las ciudades patrimonio, espacios naturales y lugares singulares, y recuerda como grandes director estadounidenses filmaron grandes títulos en su provincia natal. En su opinión, festivales como la Seminci de Valladolid han formado miles de espectadores y cineastas. Además, «no se trata de hacer una ciudad de la imagen, sino de apoyar a empresas audiovisuales que presten servicios para filmar, a la vez que las universidades consideren el cine y el audiovisual estudios de relieve».
Autodidacta y afincado en Canarias desde hace años, el soriano pero leonés de adopción, Carlos Álvarez codirige con Imanol Uribe y Sigfrid Monleón «Ciudadano Negrín», candidata a mejor documental. Tras su paso por la Seminci, donde «nos recibieron fenomenalmente», este director considera que los documentales tiene como únicas salidas los festivales y la televisión, «más ahora que el cine de ficción tampoco goza de una gran respuesta del público». Aún así, está muy satisfecho por esta obra que recupera unas filmaciones hecchas por el que fuera presidente republicano, ofreciendo una visión más personal de él. Como Pinillos, Carlos Álvarez se «formó» en cines como El Emperador, de León, las salas de proyección de colegios y los cines-clubes. De hecho, para él, más importante que formar cineastas y técnicos es «formar espectadores, como en Francia, donde su cine es seguidos máximamente».
Vivir sobre un cine
El vallisoletano de Medina de Rioseco y palentino por devoción, Ramón Margareto, esperará esta noche que «Memorias de un cine de provincia» sea pronunciado dos veces en el escenario de la ceremonia de la entrega de los Goya. Significará que es el mejor cortometraje documental español de esta edición. Director de cine, guionista, periodista, pintor, y empresario de sala de cine, Margareto narra la historia del Cine Ortega desde su creación a principios del siglo pasado a su conversión en multisalas a finales de esa centuria. «De hecho, llevo viviendo toda la vida sobre el cine», en este caso el Ortega, empresa familiar de varias generaciones. En su opinión, «sí es posible hacer cine en Castilla y León». La razón está en la accesibilidad económica y técnica de la tecnología digital. Además alaba como influyó en él la Cátedra de Cine de Valladolid y su festival. «Lo que más lamento es la desaparición de los cines en los pueblos». Y de eso, Castilla y León sabe un rato.
También de la opinión de que quién quiere puede llegar es el compositor salmantino Víctor Reyes, cuya música para «Enterrado» aspira a serser la mejor banda sonora. Dejó los estudios del Conservatorio Superior de su ciudad natal y se largó a Madrid «a buscarme la vida». De esto hace más de dos décadas, cuando ya consideró que «no se necesitan ayudas si de verdad quieres hacer algo». Ahora reconoce que desde hace años le llueven, hasta agobiarle, las ofertas de cine y televisión, aunque al principio «costó mucho acceder a este círculo, como en cualquier otro ámbito artístico». A pesar de ser también salmantino como Rodrigo Cortés, con quien también trabajó en «Concursante», fue en Madrid donde entraron en contacto. De su ya lejana formación juvenil recuerda los cine Van Dyck y sus ciclos especiales donde «abrí los ojos y las orejas», pues «el cine es todo».
Por último, la palentina Elena Anaya es candidata a mejor actriz protagonista por su papel en «Room in Rome», de Julio Medem.
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